_
_
_
_
Entrevista:ALEJANDRO GARCÍA MAY | MAGO

'A los madrileños les encanta lanzarse a la niñez de la magia'

El mago Alejandro García May (Madrid, 1968) ingresó en la cofradía del abracadabra sin proponérselo, por una mezcla de casualidad, tedio y viajes interminables. Ocurrió en dos tiempos. Siendo adolescente, su pertenencia al equipo nacional de esgrima le condenaba a aguantar trayectos de diez o doce horas en autobús o en tren, de competición en competición. Así que aprendió a manejar la baraja de cartas como antídoto contra los bostezos. Y la afición terminó de cuajar en los tiempos de la mili, pues, como enfermero en la prisión, se veía obligado a estar 'más encerrado que los propios presos'. Entonces, conjugó la destreza adquirida con una labor de rastreo por librerías y otras tiendas, a la caza de manuales y vídeos sobre magia. Y debió de encontrar lo que buscaba, porque Alejandro lleva quince años exprimiendo la varita mágica en garitos de Madrid.

Pregunta. ¿Ahora está dedicado a la magia?

Respuesta. No, de día soy enfermero en el área de neonatología del hospital Gregorio Marañón y, por las noches, trabajo en locales madrileños. Soy el mago oficial de los establecimientos Pele-Mele, donde trabajo jueves, viernes y sábados, y luego hago lo que va saliendo, como las actuaciones infantiles en El Montacargas, los domingos de enero.

P. ¿Prefiere a Juan Tamariz o a David Copperfield?

R. Me gusta más Juan Tamariz y me parece más mágico lo que hace él que lo de Copperfield. Es más fácil hacer magia grande de aparatos, que engañar y dejar embobado al público con una baraja en la mano.

P. ¿Qué público es más exigente: el infantil o el adulto?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

R. Los niños son siempre mucho más críticos, es más difícil engañar a un niño que a un adulto, los niños no te pasan ni una. Pero también son más agradecidos; cuando no se dan cuenta del truco, te idolatran más.

P. Y ¿cómo está Madrid en cuestión de magia?

R. Madrid es una de las ciudades europeas con más magia. A diferencia de sitios tan importantes como París o Londres, aquí tenemos a lo largo de la semana tres o cuatro sitios donde hay funciones de magia. A los madrileños les encanta lanzarse a la niñez y verse sorprendidos por las cosas que hacemos los magos.

P. ¿Cuál fue su primer truco y el más difícil?

R. El que primero aprendí fue un juego de cartas en el que el espectador adivina la carta antes de que la saque el mago. Y el que más me cuesta, al igual que a la mayoría de los madrileños, es el de llegar a final de mes.

P. ¿Qué le parece que haya programas televisivos que destripen los trucos?

R. Con programas como ésos el espectador pierde la ilusión y, en lugar de dedicarse a ver la magia, se concentra en adivinar dónde está el truco.

El Montacargas, domingo, a las 18.00 horas. Precio: 800 (niños) y 1.000 (adultos). Teléfono: 91 526 11 73. Antillón, 19.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_