El Real Madrid, protagonista estelar de la Gala del Deporte
El Real Madrid fue anoche la estrella de la XXI Gala del Deporte, celebrada en un teatro madrileño y en el transcurso de la cual fueron entregados los premios nacionales de la Asociación Española de Periodistas Deportivos (AEPD) de 2000. La plantilla madridista casi al completo, junto con su entrenador Vicente del Bosque y el presidente, Florentino Pérez, a la cabeza, asistió al acto. Su presidente de honor, Alfredo Di Stéfano, que comparó al Madrid con Rin-Tin-Tin, 'un perro que persigue a su presa hasta que la consigue', según delcaró, fue el encargado de recibir el trofeo de manos de su alteza la Infanta Doña Cristina, que presidió la ceremonia acompañada de su esposo, Iñaki Urdangarin, la Ministra de Cultura, Educación y Deporte, Pilar del Castillo, y el Secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez Angulo. Además del club madridista, también fueron galardonados diversos medallistas de Sydney 2000, tanto individuales como por equipos, así como los campeones de la Copa Davis, la ciclista Joane Somarriba, vencedora del Giro y del Tour, y la selección española de fútbol sala, reciente campeona del mundo.
Quizá el hecho más desilusionante fuera la ausencia de los jugadores que llevaron a España a su primer triunfo en la Copa Davis. Älex Corretja no acudió porque ayer mismo fue padre, mientras al resto de componentes del equipo se lo impidieron sus compromisos profesionales. Lo mismo ocurrió con la ciclista Marga Fullana, debido al fallecimiento de un familiar. El presidente de la Federación Española de Tenis, Agustín Pujol, recibió el galardón correspondiente a los ganadores de la medalla de plata de dobles en Sydney, Corretja y Costa, que junto a Ballcells y Ferrero fueron los héroes de la Copa Davis -trofeo que estaba depositado sobre el escenario durante la ceremonia-. Dos de los cuatro entrenadores del equipo, Javier Duarte y Josep Perlas, fueron los encargados de representar al resto.
La entrega del trofeo al Real Madrid cerró el capítulo de distinciones. Fue entonces cuando sobre el escenario apareció la Octava, mientras al mismo subían todos los jugadores de la plantilla, así como Vicente del Bosque y Alfredo Di Stefano, al que correspondió el honor de recibir el galardón, justificado sobre todo por el título de campeones de Europa y el reconocimiento como el mejor club de fútbol del siglo.
