Yo apuesto por Carlos

Muchos pueden pensar que la recuperación de Carlos Moyà ha sido rapidísima. Pero a mí no me ha sorprendido: con sus condiciones, sólo necesita sentirse bien para obtener un buen rendimiento. Aposté por él ante el partido con Lleyton Hewitt y mi apuesta sigue firme por él como posible ganador del torneo. No va a resultarle fácil. Pero sus próximos rivales son jugadores a los que Carlos puede controlar.

Grosjean no debe frenarle en los cuartos de final. Simplemente, porque Carlos es mejor. El juego del francés incluso creo que le gusta. Grosjean se mueve bien en el fondo y no te avasalla. Si Carlos mantiene el nivel que ha estado desplegando en sus partidos ante Ríos, Rosset y Hewitt, y no hay razón para pensar que no, su saque y la confianza que está demostrando con la derecha deben bastarle para resolver.

Está claro que Kafelnikov, si supera a Clément, va a presentarle batalla en las semifinales. Pero un jugador del nivel de Moyà no deja escapar sus oportunidades. Y él sabe que tiene enfrente la posibilidad de llegar a la final e incluso de ganar el torneo.

Sin embargo, lo más importante para el tenis español es haber recuperado a un jugador del calibre de Moyà. Cuando se disputó la final de la Copa Davis, en Barcelona, ya dije que habría debido estar en el equipo. No por su nivel de juego, que ya era bueno, sino para ofrecerle un apoyo psicológico que en aquellos momentos necesitaba y demostrarle que se contaba con él. Sin embargo, haber sido excluido no le hundió, sino que actuó como un reactivo.

Moyà se negó a aceptar su situación y trabajó intensamente para recuperar su nivel. No se ha acomodado. Las buenas actuaciones de Corretja, Ferrero y Costa le han incentivado y han supuesto un desafío para él. Ahora ha comenzado bien la temporada, ganando partidos en el primer Grand Slam del año; ha recuperado sus mejores sensaciones, se ve fuerte, se encuentra bien físicamente, tiene una gran confianza en sí mismo y no renuncia a nada: quiere ganar en Australia y ser el líder del equipo español ante Holanda en la Copa Davis. Y eso dice mucho a su favor.

Manuel Orantes fue campeón del Open de Estados Unidos en 1975 y ganó el Masters en 1976.