Un 9% de la población española padece algún tipo de discapacidad física o mental
Más de dos millones de personas tienen dificultad para salir fuera del hogar sin ayuda
Un 9% de la población española (más de 3,5 millones de personas) sufre algún tipo de discapacidad o deficiencia, según una encuesta realizada en 1999 por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El impedimento más frecuente es la dificultad para salir fuera de casa sin ayuda, una limitación que afecta a más de dos millones de personas. Las enfermedades son las causas más frecuentes de las deficiencias, seguidas de problemas durante el embarazo y el parto, y los accidentes. Las carencias más frecuentes son las osteoarticulares, que inciden sobre la movilidad.
La encuesta, la primera que se realiza sobre deficiencias en España desde 1986, se ha efectuado preguntando a más de 280.000 personas en 70.000 hogares. Los resultados presentado ayer son el primer avance, y pueden consultarse en la página web del INE (www.ine.es/inebase).
El porcentaje del 9% de discapacidades que recoge el INE es similar al de los países de la UE (alrededor del 10%), según afirmó durante la presentación del estudio Rafael de Lorenzo, vicepresidente de la Fundación ONCE, organismo que ha colaborado con Asuntos Sociales en la realización de la encuesta. Entre aquellas personas con edades comprendidas entre los seis y los 64 años, franja que abarca a la mayoría de la población, sólo el 4,59% presenta alguna limitación. Este porcentaje aumenta drásticamente hasta el 32,21% entre los mayores de 65 años (véase gráfico). En los menores de seis años esta incidencia es del 2,24%.
Reparto por sexos
La heterogeneidad de las personas afectadas por deficiencias, que destacó la secretaria general de Asuntos Sociales, Concepción Dancausa, también se observa en su reparto por sexos. Así, hasta los 45 años los hombres presentan una proporción mayor de discapacidades. A partir de esa edad, pasan a ser minoritarios. En total, las mujeres representan un 58% de los afectados por deficiencias, un predominio que puede explicarse, en parte, por su mayor longevidad.
De los más de 3,5 millones de personas que padecen alguna incapacidad, poco menos de la mitad (1,5 millones) recibe ayuda de otra persona. Las dos terceras partes son mayores de 64 años. Son más frecuentes (un 54%) los casos en que quien se beneficia de esta colaboración es una mujer.
Las principales deficiencias son las osteoarticulares, que se dan en un 32,8% de los casos, seguidas de las mentales (el 16,8%), las de audición (16,2%) y las de la vista, que representan el 15,3%.
Pese a las dificultades que se encuentran, 91.800 personas con alguna discapacidad tiene estudios universitarios. La tasa de paro entre aquellos con edades comprendidas entre los 16 y los 64 años es del 25,8%, 10 puntos más que la media recogida por la Encuesta de Población Activa. En este caso se repite la pauta general, y son más las mujeres desempleadas. El 32,7% de ellas está parada, frente al 21,9% de los hombres.
Desigualdades entre comunidades
Las diferencias entre quienes padecen discapacidades de algún tipo no dependen sólo de su género o edad. También se dan entre las distintas comunidades autónomas. La encuesta sobre discapacidades, deficiencias y estado de salud presentada ayer por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales no explica por qué, pero entre los seis y los 64 años la incidencia de discapacidades en Andalucía (el 5,6% de la población) es más del doble que en La Rioja (el 2,65%). La media nacional es del 4,59%. Por detrás de Andalucía están Murcia y Galicia. Mayor proporción todavía se da en Ceuta y Melilla (el 5,87%), aunque esto puede deberse a una desviación estadística, al realizar el estudio en ambas ciudades con los mismos criterios que en comunidades autónomas enteras, mucho más extensas y con un reparto de población diferente. También entre los mayores de 65 años Andalucía es la región más afectada (esta vez por delante incluso de Ceuta y Melilla).
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