Prisiones aísla al etarra Solana en la cárcel de Valdemoro
El etarra Igor Solana, que en la madrugada del jueves intentó fugarse de la cárcel de Nanclares de la Oca (Álava), ha sido recluido en régimen de aislamiento en la prisión de Valdemoro (Madrid), a la que fue devuelto horas después de su tentativa, según informó ayer la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Este régimen, el más estricto entre rejas, permite registros y cacheos diarios y restringe a tres horas las horas de salida al patio, donde, salvo circunstancias especiales, sólo puede haber dos reclusos a la vez.
Solana llegó el jueves a Valdemoro, donde, en aplicación del artículo 93 del reglamento penitenciario, se le llevó al módulo especial o de aislamiento, el que los etarras llaman el búnker. Antes de que fuera a Nanclares, el miembro del comando Andalucía estaba en un módulo de preventivos con una vigilancia más rigurosa que la del resto, según Prisiones.
Queda por saber cómo Solana introdujo en Nanclares la sierra con la que serró un barrote así como el dinero, los planos y la lista de contactos que llevaba encima. Instituciones Penitenciarias y la policía vasca siguen sus investigaciones, aunque anoche aún no se había hallado la sierra. Los responsables de la información reservada abierta por prisiones ya se encuentran en Nanclares.
Sindicalistas de Nanclares indicaron que la inexistencia de registros o cacheos integrales, que sólo pueden realizarse en casos excepcionales, hace difícil de detectar una sierra como la usada por Solana que, si la llevaba introducida en su cuerpo, puede no ser detectada ni en los cacheos ni por los detectores de metales.
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