Enfrentamiento permanente
El presidente de la CAM, Vicente Sala, evitó responder a las preguntas que expresamente se le plantearon sobre la dimisión del director general, Juan Antonio Gisbert, el jueves por la noche. 'No abrió la boca', dijo ayer uno de los consejeros que más insistió.
Gisbert justificó su dimisión por el enfrentamiento permanente que con él mantenía un grupo de consejeros, entre otros los designados por el PP. El ex director general aseguró que intentó resolver el conflicto, pero a la vista de que no lo había logrado decidió renunciar.
Tampoco los miembros del consejo designados por el PP intervinieron durante la reunión, en la que la fusión con Bancaixa no llegó a citarse explícitamente. Pedro Hernández, consejero nominado por el PSPV, dijo abiertamente que las causas de la dimisión de Gisbert eran políticas.
La CAM cuenta con una veintena de consejeros y a la reunión extraordinaria del jueves asistieron todos ellos menos el presidente de la Cámara de Comercio y de la sociedad Parque Temático de Alicante, Luis Esteban, que se encontraba en Polonia. Siete de los 19 consejeros presentes (Román Bono, Martín Sevilla, Pedro Hernández, Jorge Montava, Valentín Pérez, Andrés Boldó y Luis Puig) pidieron a Gisbert que reconsidera su decisión, y entendieron que las razones de su renuncia se debían a las presiones del Consell para que Gisbert apoyara la fusión con Bancaixa.
La dimisión de Gisbert, por otro lado, desencadenó las jubilaciones anticipadas de tres altos directivos que mantenían una estrecha colaboración con el ex director general: el secretario general, Baldomero Satorre; el director general adjunto, Jorge Abad, y Manuel Melero, director territorial de Murcia.
