El crítico Jencks predice un nuevo paradigma basado en los fractales

Su nombre corrió de boca en boca entre los profesionales a raíz de la publicación del libro en 1977 El lenguaje de la arquitectura posmoderna, que va por la sexta edición. En él acuñó y defendió el término posmodernidad aplicado a la arquitectura, lo que originó un encendido debate. Ayer, 24 años después, Charles Jencks (Baltimore, EE UU, 1937) auguró, en una conferencia en la Universidad Politécnica de Valencia, un nuevo paradigma arquitectónico y cultural fundamentado en las 'leyes básicas de la naturaleza', cuyas formas no son regulares ni se repiten de manera idéntica, sólo se asemejan. Vendría a ser una segunda parte del posmodernismo que hunde sus raíces en diversas teorías científicas y en la complejidad que se deriva de esta nueva visión del mundo.

'El 95% de las formas de la naturaleza son fractales Este nuevo modelo supone el fin del paradigma cristiano, del concepto platónico de que las formas puras de la naturaleza son 'esferas o columnas'. Concepto que fue asumido 'por los arquitectos del Movimiento Moderno como Le Corbussier', quien siguió la premisa de Cézanne de que todas las cosas son esferas o cilindros. 'Pero hay que mirar detrás de las montañas', dijo Jencks a modo de invitación a descubrir que las formas que subyacen son autoorganizadas, muchas de ellas creadas de 'la atracción caótica', como se puede comprobar contemplando a Júpiter, añadió señalando una diapositiva representativa.

Calatrava, sí pero no

Jenks señaló como ejemplo revelador del nuevo paradigma el Museo Guggenheim de Bilbao, de Frank Gehry, y citó también las obras de otros arquitectos como Daniel Liebeskind, Peter Eisenman o el español recientemente fallecido Enric Miralles, además de recordar a Gaudí. De Santiago Calatrava señaló que su arquitectura 'de tecnología orgánica', basada en la transposición de músculos y estructuras óseas animales, pertenece a este nuevo paradigma, si bien el arquitecto valenciano no está 'comprometido filosóficamente', por lo que se encuentra en un extremo del mismo.

'¿Por qué no tiene que ser bello lo irregular, las formas que no se repiten como el relámpago', se preguntó Jencks, autor de más de 30 libros, antes de denostar un enorme y prototípico edificio de oficinas en Boston calificándolo de 'caja tonta' y 'aburrida'.

La nueva visión del universo genera el nuevo paradigma que, a su juicio, será asumido en 20 o 30 años. 'Los arquitectos más jóvenes ya están en esta línea y si no, la intuyen', indicó, al tiempo que aseveró que el ordenador es para la complejidad de hoy 'lo que los microscopios y el telescopio para la modernidad'. 'Es el mejor instrumento', aseveró Jencks.