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CONTESTADOR AUTOMÁTICO DE 'EL PAÍS MADRID'

A los que sacuden alfombras al aire

- Alfombras sacudidas desde el balcón. 'Les telefoneo indignada por la actitud de algunas personas que siguen sacudiendo sus alfombras, incluso toallas de baño, por los balcones de sus casas hacia la calle', dice María. 'Creo que hasta que no desaparezcan hechos como éste no podremos decir que Madrid ha abandonado el subdesarrollo cultural'.

- Sin escrúpulos y con muchas ganas. 'Sigue siendo habitual que algunos taxistas sin escrúpulos, cuando no quieren molestarse en entrar a un bar, se dediquen a orinar en plena vía pública', se queja Manuel. 'Me parece inadmisible y creo que este tipo de falta debiera ser sancionada por la Policía Municipal'.

- Ojo al traslado de pianos. 'El otro día me dio mucha pena ver a un grupo de chavales dedicados a la música cargando un piano para llevarlo a un sitio donde, al parecer, ensayan, cerca del Puente de Vallecas', dice Federico. 'Creo que para hacer este tipo de transporte es necesario saber lo que se hace, porque puede uno ganarse una lesión de columna, lumbar o renal para toda la vida. Yo les advertí de lo peligroso del caso, pero no me hicieron mucho caso, supongo que porque carecían de dinero para hacer el traslado en condiciones', agrega. Y señala además: 'Para ese menester no sirve cualquiera, ya que las torsiones que se hacen bajando unas escaleras, por ejemplo, fuerzan muchísimo el cuerpo, los músculos y los tendones. Se lo dice una persona como yo, que estuve descargando pianos durante varios años'.

- Palomitas en el cine. 'Rogaría a la gente que acostumbra a tomar palomitas en el cine', dice Sandra, 'que respete un poco a quienes carecemos de esa costumbre y al menos que no haga ruido. Cada sábado, día en que suelo ir al cine con mi novio, me llevo un berrinche por la falta de educación de algunas personas'.

- Grandes y chicos. 'Pertenezco a una ONG pequeñita', cuenta Marta, 'pero no por ello menos digna que las grandes, y creo que sería conveniente que, en casos de catástrofe como la que ahora vive El Salvador, en Madrid existiera una oficina de coordinación donde se tuviera en consideración no sólo a las ONG de gran tamaño, sino a todas. Lo digo porque siempre pasa lo mismo y los grandes se lo trajinan todo, como si sólo existieran ellos', subraya.

- Grititos estúpidos. 'Me joroba mucho que haya personas que crean que los niños son tontos', dice Mario, un muchacho que asegura tener 10 años. 'Una cosa es ser niño, y otra, ser bobo', precisa. 'Tengo un hermano pequeño y aunque es eso, pequeño, nunca he pensado que sea tonto, pero tengo una tía que cuando le ve empieza a poner una voz rara y a dar grititos como si se tratara de un bebé, y Pepe, mi hermano, tiene ya seis años'.

- Atención a los árboles. 'Con tanta agua como ha caído desde hace semanas, el riesgo del derrumbamiento de los árboles es muy elevado', cuenta Cosme, que asegura haber trabajado como jardinero. 'Cuando los pinos, por ejemplo, crecen en un terreno rico, no suelen desarrollar muchas raíces, por lo que cuando llueve muchísimo, como ahora, se reblandece mucho su base y el riesgo de caída es muy grande', explica.

- Plenos kilométricos. 'No me explico cómo los concejales y el alcalde pueden gobernar el Ayuntamiento cuando en las sesiones de los plenos tratan más de 200 asuntos en un solo día', relata Carmen. 'No hace mucho asistí a un pleno municipal y me asombré de la cantidad de cosas que trataron y por la cantidad de asuntos diferentes. Creo que sería mucho más razonable que desglosaran unos temas de otros', añade.

- No pasen de largo, por favor. 'El otro día asistí a un hecho que me llenó de inquietud', explica una mujer que dice llamarse Beatriz. 'Era sábado por la noche y había un chico en el suelo. La verdad es que me acerqué porque tenía cierto parecido con un sobrino mío, pero nadie se aproximaba a él, todos creían que estaba borracho. Menos mal', explica, 'que no hice lo que todo el mundo, porque resulta que el muchacho, que era abstemio, según supe luego, perdió el conocimiento porque había sufrido un episodio de diabetes, y si no hay nadie -en ese caso, por chiripa, yo misma- que da aviso hubiera podido hasta morir sin atención de nadie. Por eso pido a la gente que cuando vea a alguien en dificultades no pase de largo y se interese por esa persona, ya que, borracho o no, puede hallarse en estado grave y necesitar ayuda urgente'.

- Gabardinas muy caras. 'Parece que en Madrid nos espera un invierno lluvioso', dice Andrés, 'por lo que no me explico cómo una simple gabardina, incluso en rebajas, puede costar, como poco, 16.000 pesetas'.

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