Campañas de tráfico
Me gustaría comentar un hecho realmente sorprendente sobre la campaña publicitaria de seguridad que realiza la Dirección General de Tráfico desde hace algunos meses. Me refiero a la comparación que se hace sobre las víctimas que ha ocasionado el huracán Mitch (en algunos casos se menciona veladamente y en otros no) y las víctimas que todos los fines de semanas y puentes registran las carreteras españolas.
En esa comparación, la clave del discurso es que las víctimas de la carretera son evitables, si como lo indica el anuncio se tomaran las debidas precauciones en temas como el alcohol y la velocidad, mientras que, por desgracia, las del huracán no pueden evitarse, porque contra las fuerzas de la naturaleza no hay nada que hacer.
Lo sorprendente, desde mi punto de vista, es que para evitar muertes en nuestras carreteras seamos capaces de utilizar y manipular, a nuestro entojo, la desgracia ajena. Señores de la Dirección de Tráfico, si se hubiesen tomado la molestia de comparar cuál es el efecto (en términos de muertos) de los huracanes en el mundo rico y pobre se darían cuenta de que aquellas muertes provocadas por el Mitch o cualquier otro acontecimiento serían, en gran medida, evitables. Esas muertes a que hace referencia el anuncio tienen poco que ver con las fuerzas de la naturaleza y bastante más con la pobreza de esas zonas.
Acudan a la imaginación para mejorar la siniestralidad en nuestras carreteras (quizás preguntándose por qué se pueden comprar coches cuya velocidad máxima supera la que permite la ley), pero, por favor, no emitan discursos falsos y engañosos.-
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