Fycsa suelta amarras

Las personas encargadas de que ningún ingeniero de telecomunicaciones de Alcatel España perdiera comba están hoy a disposición de casi cualquier empresa. El departamento de formación de la multinacional de origen francés, con 15 años de experiencia en nuevas tecnologías, se independizó hace unos meses y hoy ofrece, bajo el nombre de Formación y Consultoría, SA (Fycsa), una amplia cartera de cursos de formación y servicios a la medida del cliente. Alrededor de 200 grandes empresas. Detrás, la experiencia en un sector puntero y la capacidad tecnológica que aprendieron en Alcatel, lo que le ha permitido facturar alrededor de 2.000 millones de pesetas el año pasado, una cifra considerable si se tiene en cuenta que el sector de la formación está muy atomizado en España.

La independencia parecía el camino lógico para una división que no podía crecer entre las cuatro paredes de Alcatel, con muchas otras prioridades de inversión, explica el consejero delegado de Fycsa, José Ignacio Díez. De ahí que fueran los propios directivos del departamento quienes plantearan la compra de la división a la multinacional de origen francés, porque 'Alcatel no se dedica a la formación'. Esto sucedió en mayo y hoy Fycsa se la dividen estos directivos -el personal controla el 51% de la empresa- y el grupo de empresas de servicios Gestlink -49%-, capaz de garantizar la financiación que necesitaba el proyecto. Su presidente es Javier Vega de Seoane.

Se trata de un proyecto muy ambicioso, dividido, casi a partes iguales, en dos patas -formación y lo que ellos llaman conocimientos directivos, de gestión de personal- y unidas por el abrazo de las nuevas tecnologías. Según sus directivos, la principal diferencia entre Fycsa y sus competidores es su tamaño -90 personas forman la plantilla fija de la empresa, reforzada con unos 200 colaboradores estables-, grande para el mercado español y su experiencia.

Grandes empresas

El haber estado en el corazón de una gran corporación -Alcatel que tiene en España unos 5.700 trabajadores, muchos de ellos técnicos y licenciados-, les facilita el trabajo con grandes empresas complejas y con personal cualificado, dicen. Y les ha permitido estar 'muy familiarizados' con el entorno tecnológico que hoy demandan para su formación muchas multinacionales.

A sus clientes les ofrecen dos servicios fundamentales: contenidos formativos y herramientas o plataformas tecnológicas para sacar el mayor partido de éstos, casi siempre una combinación de enseñanza en vivo con la tecnología adecuada. A los responsables de Fycsa les gusta decir que venden estrategias de formación más que simples planes. Las soluciones de aprendizaje on line generan el 30% de su volumen de negocio.

Un CD-ROM, una compleja Intranet -una red que gracias a un servidor conecta todos los ordenadores de la misma empresa- donde los trabajadores de los distintos departamentos tengan a su alcance los cursos necesarios o un sistema de videoconferencia para recibir un curso específico, son sólo tres ejemplos de lo que hacen para sus clientes. Un servicio 'a la carta' que le permite tener clientes absolutos, para los que funciona como una consultoría en materia de formación, y puntuales, por ejemplo, para organizar un seminario sobre un tema específico. Casi siempre se trata de grandes corporaciones, que 'son las únicas con capacidad para invertir lo necesario en infraestructura' tecnológica, pero también diseñan soluciones para empresas que carecen de esa capacidad, pero pueden engancharse a un portal general para recibir formación.

Guiso tecnológico

'Los contenidos son la materia prima, pero el plato hay que guisarlo bien', asegura Díez para defender la importancia de la tecnología a la hora de transmitir conocimientos. Para mejorar sus procesos, Fycsa hace un seguimiento de la efectividad de sus sistemas. Y Díez pone como ejemplo un curso que han ofrecido a AENA al que se apuntaron 1.200 empleados.

Además, la empresa cuenta con dos páginas web (fycsa.com y fycsa.es) en las que centraliza su enseñanza on line, como cualquier universidad virtual. Sus cursos están especializados en telecomunicaciones, tecnologías de la información, gestión empresarial y comercio electrónico, y sus clientes son empresas o profesionales cualificados. Los contenidos sobre Internet -master incluido- son una de las estrellas de este centro educativo virtual.

El acuerdo alcanzado entre Fycsa y sus antiguos dueños tiene ventajas para ambos. Fycsa sigue formando a la gente de Alcatel y, al mismo tiempo, puede engordar su cartera de clientes -entre ellos hay 23 empresas de telecomunicaciones- y elegir de forma independiente cuál es su estrategia. Para ambos supone además una vuelta al camino original, al corazón de sus negocios respectivos: la tecnología y la formación.

Los responsables de Fycsa quieren aprovechar además la ola que lleva a muchas empresas a subcontratar los servicios de formación para sus entidades a compañías especializadas para centrarse en cualquiera que sea su negocio. Otro tren que no quieren perder es el de la expansión internacional. América Latina y el mercado latino de Estados Unidos. Por ahora tiene puesta allí la pica que supone el que algunos de sus clientes, como Telefónica, el BBVA o Repsol YPF, tengan una presencia fuerte en el continente. Por tanto, tiene experiencia internacional, pero no base física.

Su proyecto empresarial se centra en tres ejes: la enseñanza a través de Internet -hoy para grandes empresas, mañana para pyme y, cuando la infraestructura tecnológica española lo permita, en cada casa-, la consolidación empresarial y la internacionalización. Con estos planes, Fycsa prevé facturar 5.000 millones de pesetas en 2003.