Una fiesta de bienvenida será la primera actividad de los educadores

La directora del nuevo reformatorio de El Pinar, Florencia Pozuelo Rubio, que dirigió la cárcel de mujeres de Valencia de 1990 a 1991, aseguró ayer que, pese a las prisas, las obras del centro se encuentran 'totalmente terminadas' y califica el resultado de 'bonito', según Europa Press. Explicó también que la jornada de mañana se dedicará a actividades de tiempo libre para relajar la tensión que han vivido los jóvenes con las excarcelaciones. Está prevista una fiesta a la que irán familiares.

Pozuelo añadió que el recinto, en el que quedan todavía por habilitar las plantas superiores, está formado por cuatro módulos con salas de estar, comedor, lavadero, salas de televisión y vídeo y las habitaciones de los jóvenes, cada una de 18 metros cuadrados, que serán dobles. Los dormitorios, según Pozuelo, tienen dos camas, dos sillas, dos mesillas y dos taquillas, que en unos días se sustituirán por armarios.

La plantilla del centro está formada por la directora, un subdirector, un criminólogo, un asistente social, un psicólogo, dos jefes de equipo, 4 monitores-tutores, 18 monitores educacionales, vigilantes y personal de mantenimiento. Todos llevan uniforme. La mayoría son educadores, pero también hay licenciados en filología árabe, dado que buena parte de los internos son magrebíes que emigran solos a España desde zonas empobrecidas de Marruecos y aquí caen en la delincuencia.

Detector de metales

El Pinar dispone también de un médico y dos ATS y se firmará un convenio con la Fundación Jiménez Díaz para que sus sanitarios acudan de inmediato al reformatorio si hay que atender a algún interno. Pozuelo destacó también la presencia de 'controladores de seguridad' que, a diferencia de los vigilantes jurados, que también los habrá, 'no llevarán armas' y velarán por el orden 'con monitores y un detector de metales'.

Las actividades del centro se desglosarán en cuatro áreas: las educativa-formativa, la del desarrollo personal, la deportiva y la de ocio y tiempo libre. De cada una de ellas se encargará un monitor-tutor. Cada uno tendrá a su cargo un máximo de cinco chavales. Los 18 monitores educacionales desempeñarán dos funciones: mantener un contacto diario con los internos y asegurar el orden en las instalaciones.

La próxima semana habrá actividades culturales y deportivas y los monitores tratarán con los chicos para conocer sus problemas de forma que puedan trabajar sobre ellos. Pozuelo puntualizó que hasta el 22 de enero no llegarán los educadores de la Comunidad que deben encargarse de las clases formativas.