Brines recuerda la influencia de Oliva al ser nombrado hijo predilecto

El poeta Francisco Brines recibió ayer un emotivo homenaje de su ciudad natal con el nombramiento de hijo predilecto del municipio. El escritor, Premio Nacional de las Letras en 1999 confesó su timidez ante los actos públicos pero se mostró muy agradecido por el reconocimiento de su tierra, 'mi patria que diría Gregori Maians'. El poeta eligió hace dos años Oliva como su residencia 'definitiva'. 'Ahora que se va a vencer el alzéhimer y la esperanza de vida será de cien años', comentó con humor.

El autor de Las brasas y Palabras a la oscuridad habló de los vínculos con su ciudad, donde ha escrito toda su creación poética. 'Una de las cosas más afirmativas que hay en mi poesía es la naturaleza, y para mí la naturaleza emblemática es la de Oliva, y por ello aparece constantemente en mi obra', indicó. Brines se calificó a sí mismo de 'escritor de las despedidas', y bromeó que 'desde antes de su primer libro, a los quince años, ya escribía poemas despidiéndome'. 'No soy un poeta que escriba mucho, tengo unos embarazos de libros poéticos que se van espaciando cada vez más, pero me tendrán que acabar dando la medalla al trabajo poético', ironizó. Brines quiso destacar a otros escritores de Oliva, Joan Navarro y Enric Soria.