'Esto puede provocar una guerra entre familias'

El excarcelamiento, previsto para hoy sábado, de los dos menores que fueron condenados a 16 años de prisión cada uno por el asesinato y violación de un niño de 11 años, ocurrido en Jaén el 30 de octubre de 1998, ha desatado un clima de tensión en la barriada jiennense Puerta de Martos, donde viven las familias de los detenidos y, a muy pocos metros, la del niño asesinado. Los miembros de esta familia arremetieron ayer contra la nueva Ley de Responsabilidad Penal del Menor -'seguro que quienes han hecho esa ley no le han matado ningún hijo', aseveró el padre- y alertaron sobre posibles venganzas.

'Yo no sé cómo responderé si me encuentro de frente con los asesinos de mis hijos, pero lo único que le digo es que yo ya estoy terminado y me da lo mismo lo que ocurra'. Así de contundente se mostraba ayer Ramón Carrillo, padre del niño de 11 años violado y asesinado por las más de 20 puñaladas que le propinaron los dos menores, vecinos suyos, que hoy sábado saldrán de la prisión provincial Jaén II, al igual que otros 30 jóvenes de toda Andalucía que se beneficiarán de la nueva Ley del Menor.

E. C. L. y A. A. S, que en el momento del crimen tenían 16 años, fueron condenados por la Audiencia Provincial de Jaén a 16 años de cárcel. A pesar de que en un primer momento se especuló con el pase de estos menores a un centro de menores, finalmente se ha dictaminado que salgan en libertad hasta que el Tribunal Supremo falle el recurso de casación interpuesto por su defensa.

'No hay justicia ninguna', manifestaba ayer indignado el padre del niño asesinado, que criticó que se haya enterado por los medios de comunicación de la puesta en libertad de los condenados por la muerte de su hijo. 'Tenían que habernos trasladado a alguna familia fuera del barrio, porque ahora fíjese la situación', subrayó el padre, quien añadió más tarde: 'Lo que tenían que hacer es llevarse a los dos asesinos a una isla desierta'.

También la madre, Sofía Padilla, declaró que 'esto puede originar una guerra entre familias'. Para ella, lo peor va a ser la convivencia en el mismo barrio (uno de los de mayor marginalidad de Jaén) de sus otros cuatro hijos con quienes acabaron con la vida del niño.

Las dos familias mantenían un estrecho contacto hasta que ocurrió el crimen; trabajaron juntas en la recolección de la aceituna; los hijos fueron juntos al colegio e incluso eran frecuentes las visitas a las casas de ambos. Todo se truncó el 30 de octubre de 1998, cuando A. A. S. y E. C. L. se llevaron a un descampado al niño de 11 años A. C, y lo mataron.

E. C. L. protagonizó en febrero de 1999, cuando sólo llevaba una semana en la prisión, una de las fugas más espectaculares que se recuerdan en el centro penitenciario de Jaén. Se escapó de la enfermería de la prisión y fue escalando muros hasta huir y caminar hasta la urbanización de Puente de la Sierra, a unos 10 kilómetros de la capital, donde finalmente fue atrapado. Durante varios horas tuvo en jaque a más de 500 agentes de la Guardia Civil.