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TEATRO | LA OBRA SE ESTRENA MAÑANA EN EL TEATRO REAL CINEMA

Pedro Osinaga y Rosa Valenty hacen reír con la comedia 'Un embajador en apuros'

Si a un embajador de un país cualquiera de la Comunidad Europea -España, por ejemplo- se le ocurre liarse con una señora estupenda que además es la amante de un mafioso y en paralelo se enfrenta a un problema diplomático por culpa de unos pesqueros que han faenado donde no debían, la situación, además de difícil, se puede convertir en fuente de carcajadas. Con esa intención, la de hacer reír, llega a la cartelera madrileña Un embajador en apuros, que se estrenó el pasado julio, 'en pleno San Fermín' -como destacó Pedro Osinaga, nacido en Pamplona-, en la capital navarra, tras un breve paso por Puertollano (Cádiz), y que mañana llega a Madrid, en un estreno en el que se esperan 'muchas caras famosas', según fuentes de la producción.

La patata caliente de la obra se la lleva Rosa Valenty. Ella es Sara, la esposa del frívolo embajador, cada vez más liado por una situación nacida de la simple intención de 'echar una canita al aire' y que le ha mantenido fuera de casa toda una noche. Por su parte, Osinaga se maneja como pez en el agua con este personaje. Aunque admite que su afición a la comedia viene más bien 'marcada por las preferencias del público, que tiende a encasillar a los actores en uno u otro género', Osinaga reconoce que 'la interacción entre el actor y el público es más fluida en la comedia, porque se manifiesta con la risa'.

Por su parte, Ramón Ballesteros considera que 'la risa es la aspirina que necesita esta sociedad para curarse de tantos problemas terribles que la afligen'. Ballesteros destaca el esfuerzo de Juan José de Arteche, encargado de la versión castellana, por 'latinizar' esta obra, nacida en origen para los escenarios de habla inglesa. También se queja del menosprecio que existe 'en el mundillo teatral' hacia las obras de humor, 'como si la piedra angular del actor fuera el drama o la tragedia'. 'También se pueden contar cuestiones serias, como la tendencia a la mentira que caracteriza a muchos diplomáticos, de forma que se haga reír', asegura. En un coqueto escenario con un juego de sofás, una mesa donde reposa el teléfono y una serie de puertas que tienen también su papel en el juego entran y salen los actores. Como Pedro Javier Sánchez, el cocinero de la embajada; Ángel García Suárez, el capo engañado; su guardaespaldas, encarnado por Jordi Suárez; su amante, la despampanante Romy Abradelo, y Francisco Benlloch, el coronel de San Marino, el país cuya frontera han traspasado los pesqueros... sin permiso del mismo.

Un embajador en apuros. Desde mañana, en el teatro Real Cinema, plaza de Isabel II, 7; metro Ópera. 2.000 y 3.000 pesetas. Horarios en cartelera.

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