Moratalla amenaza con los tribunales si la basura afecta a la salud pública

Los trabajadores de Inagra, la empresa concesionaria encargada de retirar las basuras de Granada, comenzaron ayer su primera jornada de huelga indefinida, que supuso que no se recogieran varios centenares de toneladas de deshechos. Los trabajadores reclaman la reducción de su trabajo a 35 horas semanales, el incremento del salario en un 7% y la incorporación de 120 nuevos empleados para poder cubrir las necesidades del servicio. El alcalde de la ciudad, el socialista José Moratalla, que ayer expresó su opinión de que la demanda de los empleados es 'excesiva', advirtió de que el Ayuntamiento acudirá a los tribunales si se produce un problema de salud pública.

El bloqueo en las negociaciones con la empresa y la llamada a la huelga hicieron que ayer en Granada no se recogiera la basura. Inagra ha pedido a los ciudadanos que depositen lo mínimo posible en los contenedores. Inagra, por su parte, sólo ofrece un 2% de subida salarial a los empleados y dice que la incorporación de nuevos trabajadores les supondría un coste de 1.130 millones de pesetas.

Los trabajadores, a su vez, protestan por la incorporación de nuevos camiones de recogida que pueden ser manejados por una sola persona y que supondrán que los dos peones que actualmente realizan las labores de colocación de contenedores en los camiones se queden sin actividad.