Los vecinos y comerciantes del barrio del Carme de Reus patrullan las calles por la noche
Una veintena de vecinos del barrio del Carme de Reus (Baix Camp) organizan todas las noches una patrulla vecinal para forzar al Ayuntamiento de la ciudad a proporcionarles más efectivos de seguridad. Después de denunciar el aumento de hechos delictivos y la inseguridad en la zona, la asociación de vecinos Harmonia del Carme decidió salir a patrullar las calles de la parte alta del barrio el pasado jueves, cuando se descubrieron gran cantidad de destrozos y pintadas en paredes, fachadas, cristales y rejas. Los destrozos son obra de grupos de jóvenes incontrolados.
Además de las pintadas y de los destrozos realizados en diversos establecimientos, los vecinos denuncian el ruido y escándalo que forma el grupo de jóvenes, que, según aseguran, no viven en el barrio. El presidente de la entidad vecinal, José Machado, explicó ayer que el grupo de incontrolados aprovecha la ausencia de policías para cometer actos vandálicos.
Las continuas denuncias y la falta de respuesta por parte del consistorio han motivado la acción de los vecinos, que decidieron salir a patrullar las calles más conflictivas. Según explicaron ayer, las patrullas continuarán hasta que el consistorio destine suficientes efectivos de la Guardia Urbana a la zona.
La asociación de vecinos se reunió el pasado jueves con los responsables municipales, quienes les aseguraron que una patrulla de la Guardia Urbana se hará cargo de la zona. La medida ha sido considerada insuficiente por los vecinos, que reclaman una patrulla fija en la parte más conflictiva, así como que se multe a los jóvenes que realizan pintadas en las paredes.
Según la asociación vecinal, que lleva meses reivindicando más presencia policial en la zona, los desórdenes se producen siempre a altas horas de la madrugada, cuando los bares cierran las puertas, y se han intensificado durante las fiestas navideñas e incluso se ha llegado a la comisión de robos.
En algunos casos los jóvenes han amedrentado a los vecinos que les han censurado el alboroto o las pintadas. Lo que propició la formación de la patrulla vecinal fue el hecho de que el jueves por la mañana aparecieran numerosas pintadas en la calle de Riudoms, muchas de ellas en paredes de establecimientos recién pintados y rehabilitados. Los comerciantes y vecinos afectados por los destrozos afirman que patrullan 'pacíficamente' y que únicamente lo hacen 'para evitar que se produzcan las pintadas y los alborotos' que normalmente alteran la tranquilidad del barrio.
Actos de incivismo
Fuentes del consistorio de la capital del Baix Camp niegan que exista inseguridad en el barrio y limitan los hechos a actos de incivismo por parte de determinados grupos de jóvenes. El Ayuntamiento reconoce su existencia, pero asegura que no llegan a cometer robos o actos de violencia. Asimismo condena la formación de patrullas vecinales, recuerda que son ilegales y afirma que una patrulla de la Guardia Urbana circula constantemente por la zona. En todo caso, el consistorio admite la falta de medios que sufren los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, pero recuerda que esa formación policial no es de su competencia.
El barrio del Carme no es el único que ha denunciado en los últimos tiempos la falta de medidas de seguridad. En el de la Immaculada se llevaron a cabo hace unos meses protestas vecinales por el aumento de delitos en la zona. Los integrantes de las patrullas vecinales, en su mayoría comerciantes, insisten en que sus salidas nocturnas se realizan de forma pacífica y descartan que se produzcan incidentes.
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