Zapatero y Aznar intentarán superar el desacuerdo histórico en financiación autonómica

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, tratará de lograr un acuerdo con el presidente del Gobierno, José María Aznar, sobre el nuevo modelo de financiación autonómica que, por imperativo legal, se debe cerrar con la elaboración de los Presupuestos de 2002. Al contrario que en 1996, cuando el desacuerdo entre el Gobierno y el PSOE fue total, ahora populares y socialistas gobiernan indistintamente en comunidades ricas y pobres. La clave de la negociación, que se inicia este mes, está en el dinero a repartir entre las autonomías más que en la cesión de impuestos.

La voluntad política expresada por Rodríguez Zapatero a Aznar de lograr un acuerdo en una cuestión clave de Estado como es la financiación territorial ha tenido su primera expresión en un encuentro, celebrado antes de Navidad, entre el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, y el responsable autonómico del PSOE, Juan Fernando López Aguilar.

Ambos coincidieron en la necesidad de superar las diferencias que el Gobierno y el PSOE arrastran desde 1993, agravadas en 1996. Si en 1996, los socialistas gobernaban en tres comunidades pobres -Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha-, y se convirtió en su abanderado, ahora gestiona tres más, y una de ellas, Baleares, es la más rica. Las otras dos son Aragón y Asturias. El PP gobierna, por su parte, en ocho comunidades. Unas ricas, como la valenciana, y otras pobres, como Castilla y León.

Además, las tres comunidades socialistas que no aceptaron el modelo impuesto por el Gobierno del PP en 1996 han dejado de percibir unos 100.000 millones de pesetas en estos cuatro años. A su vez, el Ejecutivo ha acercado sus posiciones a las que el PSOE mantuvo en 1996 al aceptar la cesión de los impuestos especiales a las comunidades.

El Gobierno y el PSOE coinciden también en que el problema para buscar un acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación no estará tanto en la cesión de los impuestos, como sucedió en 1996, como en la cifra que se repartirá a las comunidades. La participación de las autonomías en la Agencia Tributaria sin trocearla es otro punto común de arranque para el Ejecutivo y el mayor partido de la oposición.

Antes de fin de mes, el Gobierno convocará al Consejo de Política Fiscal y Financiera -organismo que reúne al Ejecutivo y a las 17 comunidades- para iniciar las negociaciones sobre el nuevo modelo. El PSOE, aunque valora los acuerdos entre partidos, estima que es esencial la voz de los representantes de las 17 comunidades a la hora de establecer el nuevo modelo que pretende que sea estable y supere la provisionalidad de cinco años, marcada por la ley.

Pese a las buenas palabras del Gobierno, los socialistas temen que la inercia de la mayoría absoluta le impida al Ejecutivo afrontar un modelo ambicioso que supere la política de 'parches' -inversiones al margen del sistema de financiación- con que compensa a las comunidades con Gobierno popular de las deficiencias del actual modelo.