El dinero antes que los goles
La federación noruega amenaza a sus estrellas con excluirlas de la selección si no firman un contrato exclusivo de patrocinio
La federación noruega de fútbol se enfrenta a sus estrellas en un litigio con un fondo económico a tono con el perfil empresarial que rige a los clubes y las selecciones. Así, amenaza a sus figuras con excluirlas del equipo nacional si no firman un contrato de patrocinio con 20 sociedades concretas, desde unos supermercados y una aerolínea hasta la de equipamiento deportivo Umbro. 'Nuestro organismo es pobre y necesitamos el dinero', se justifican los directivos. La cantidad en cuestión supera los 6.000 millones de pesetas para los próximos cuatro años y los jugadores cobrarían 2.000 de ellos. A cambio, se les exige que se abstengan de suscribir acuerdos con firmas que compitan con los patrocinadores de la selección.
La plana mayor del equipo se ha declarado en pie de guerra: Solskjaer y Jehnsen (Manchester United), Iversen (Tottenham Hotspur), Flo (Rangers) y Bakke (Leeds) están oficialmente fuera del equipo. Se niegan a rubricar ese pacto y, de momento, no jugarán contra Polonia, en marzo, en partido de clasificación para el Campeonato del Mundo de 2002.
'Estamos sorprendidos y contrariados, ya que algunos jugadores no estarán con nosotros en el futuro', dijo el martes el presidente de la federación, Per Ravn Omdal, después de la negativa de Solskjaer, Iversen y Jehnsen. Flo y Bakke aún dudan.
Solskjaer aclaró ayer que, si por él fuera, iría a la selección 'gratis'. Omdal le había dado un ultimátum hasta el lunes. Pero el delantero del Manchester tiene un contrato con Nike y esta marca compite con Umbro. Así es que Solskjaer no vaciló y antepuso su compromiso particular.
Eggen, defensa del Alavés, reconoce que el conflicto tiene su origen en que algunas cláusulas del contrato de patrocinio federativo traspasan el ámbito de la selección: 'Nos exigen unas limitaciones muy grandes para firmar otros'. Eggen no es tan famoso como Flo o Sols-kjaer y eso no le ahorra dinero, pero sí problemas: 'Como no soy tan conocido, no lo tengo tan fácil para contratar publicidad por mi cuenta. Gano por lo que me paga el club, no por tonterías. De modo que firmaré con mi federación cuando me lo pida'.
En la sede noruega de Umbro se niegan a hacer declaraciones. Aun así, un portavoz lanzó ayer el balón sobre el tejado de la federación: 'Lo que quiera imponer depende de ella misma'. Luego, negó que Umbro quiera hacer exclusivo el uso de sus botas por parte de los internacionales: 'Normalmente, usan las que llevan en sus equipos. Sólo les pedimos que dediquen una parte de su tiempo a hacer publicidad para nuestra marca. No somos como Adidas, que ha tenido problemas en Francia'.
Adidas es la única marca de ropa deportiva que posee un contrato de exclusividad con una selección: Alemania. Hasta el Mundial de 1998 ocurría lo mismo con Francia, pero los jugadores con acuerdos individuales con otras marcas, como Anelka (Puma), forzaron la relajación de esas cláusulas. Anelka puede jugar ahora con Francia calzándose un par de botas de Puma y la camiseta, las medias y el pantalón de Adidas.
Esto es lo que ocurre en la selección española, que tiene un contrato de patrocinio con varias firmas a cambio de 5.000 millones anuales, de los que el 40% va a los jugadores. Adidas, que pone el equipo, es una de ellas, pero los internacionales pueden usar las botas que quieran. Guardiola y Helguera, por ejemplo, se deben a Nike.
'Pretender imponer un patrocinador a los jugadores sería una temeridad', comentó ayer una fuente del organismo del que depende la selección; '¿qué pasa si Raúl sale y dice en una rueda de prensa que las botas que le imponen no le sirven? Sería nefasto para esa marca. ¿Y qué pasa con el entrenador? ¿Tiene que tragar? A Camacho nunca le podríamos decir que no puede convocar a Raúl porque usa unas botas determinadas. ¡Menudo jardín!'La federación noruega de fútbol se enfrenta a sus estrellas en un litigio con un fondo económico a tono con el perfil empresarial que rige a los clubes y las selecciones. Así, amenaza a sus figuras con excluirlas del equipo nacional si no firman un contrato de patrocinio con 20 sociedades concretas, desde unos supermercados y una aerolínea hasta la de equipamiento deportivo Umbro. 'Nuestro organismo es pobre y necesitamos el dinero', se justifican los directivos. La cantidad en cuestión supera los 6.000 millones de pesetas para los próximos cuatro años y los jugadores cobrarían 2.000 de ellos. A cambio, se les exige que se abstengan de suscribir acuerdos con firmas que compitan con los patrocinadores de la selección.
La plana mayor del equipo se ha declarado en pie de guerra: Solskjaer y Jehnsen (Manchester United), Iversen (Tottenham Hotspur), Flo (Rangers) y Bakke (Leeds) están oficialmente fuera del equipo. Se niegan a rubricar ese pacto y, de momento, no jugarán contra Polonia, en marzo, en partido de clasificación para el Campeonato del Mundo de 2002.
'Estamos sorprendidos y contrariados, ya que algunos jugadores no estarán con nosotros en el futuro', dijo el martes el presidente de la federación, Per Ravn Omdal, después de la negativa de Solskjaer, Iversen y Jehnsen. Flo y Bakke aún dudan.
Solskjaer aclaró ayer que, si por él fuera, iría a la selección 'gratis'. Omdal le había dado un ultimátum hasta el lunes. Pero el delantero del Manchester tiene un contrato con Nike y esta marca compite con Umbro. Así es que Solskjaer no vaciló y antepuso su compromiso particular.
Eggen, defensa del Alavés, reconoce que el conflicto tiene su origen en que algunas cláusulas del contrato de patrocinio federativo traspasan el ámbito de la selección: 'Nos exigen unas limitaciones muy grandes para firmar otros'. Eggen no es tan famoso como Flo o Sols-kjaer y eso no le ahorra dinero, pero sí problemas: 'Como no soy tan conocido, no lo tengo tan fácil para contratar publicidad por mi cuenta. Gano por lo que me paga el club, no por tonterías. De modo que firmaré con mi federación cuando me lo pida'.
En la sede noruega de Umbro se niegan a hacer declaraciones. Aun así, un portavoz lanzó ayer el balón sobre el tejado de la federación: 'Lo que quiera imponer depende de ella misma'. Luego, negó que Umbro quiera hacer exclusivo el uso de sus botas por parte de los internacionales: 'Normalmente, usan las que llevan en sus equipos. Sólo les pedimos que dediquen una parte de su tiempo a hacer publicidad para nuestra marca. No somos como Adidas, que ha tenido problemas en Francia'.
Adidas es la única marca de ropa deportiva que posee un contrato de exclusividad con una selección: Alemania. Hasta el Mundial de 1998 ocurría lo mismo con Francia, pero los jugadores con acuerdos individuales con otras marcas, como Anelka (Puma), forzaron la relajación de esas cláusulas. Anelka puede jugar ahora con Francia calzándose un par de botas de Puma y la camiseta, las medias y el pantalón de Adidas.
Esto es lo que ocurre en la selección española, que tiene un contrato de patrocinio con varias firmas a cambio de 5.000 millones anuales, de los que el 40% va a los jugadores. Adidas, que pone el equipo, es una de ellas, pero los internacionales pueden usar las botas que quieran. Guardiola y Helguera, por ejemplo, se deben a Nike.
'Pretender imponer un patrocinador a los jugadores sería una temeridad', comentó ayer una fuente del organismo del que depende la selección; '¿qué pasa si Raúl sale y dice en una rueda de prensa que las botas que le imponen no le sirven? Sería nefasto para esa marca. ¿Y qué pasa con el entrenador? ¿Tiene que tragar? A Camacho nunca le podríamos decir que no puede convocar a Raúl porque usa unas botas determinadas. ¡Menudo jardín!'
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