Ejército humanitario en el Estrecho
Menuda sorpresa se iban a llevar los inmigrantes africanos si se encontraran al Ejército español para 'atenderles' cuando, con hambre, frío y miedo, llegasen a las playas españolas en sus pateras. Pero el caso no es que este gesto 'humanitario' se le haya ocurrido al socialista Alfonso Perales, lo malo es que algunos ayuntamientos de la zona y otros políticos han suscrito, igualmente, tan 'maravillosa' idea.
Pero, ¿no sería mejor y más lógico, en vez de recurrir a medidas extraordinarias, habilitar, con recursos suficientes, servicios civiles permanentes de atención a los inmigrantes? En vez de destinar dos billones de pesetas al Ministerio de Defensa para hacer la guerra en el Golfo Pérsico y en Yugoslavia, ¿no sería mejor dedicar un poco de esa cantidad a atender humanamente al 'peligroso enemigo' que viene en las pateras?
En las directrices estratégicas del Ejército español siempre ha figurado el norte de África como el potencial enemigo a batir en combate. No creo, en consecuencia, que su labor 'humanitaria' fuera bien entendida ni por los otros países de donde vienen los inmigrantes ni por los inmigrantes mismos.
Mejor sería, señor Perales, asumir (sin intentar distraer la atención de los demás) las responsabilidades de gobierno y arrimar el hombro por esas mismas 'razones humanitarias' a las que usted alude. ¿Acaso no organiza la Junta de Andalucía -sin llamar al Ejército- el cuidado, atención médica, orden, etcétera, del millón de personas que acude a la romería del Rocío? ¿Por qué la Junta no puede hacer lo mismo con unos pocos miles de personas que intentan escapar de esa misma miseria a que les sometemos desde los países ricos de Europa y de la OTAN?-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.