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Una anciana muere al caerle encima un andamio derribado por el viento

La obra donde estaba el aparejo metálico fue denunciada en junio, según la policía

Ilegalidad urbanística

Una de las fuertes rachas de viento que ayer soplaron en la región y un andamio cuya inseguridad ya había sido denunciada en junio pasado, según fuentes policiales, se aliaron ayer de forma trágica para acabar con la vida de Manuela Sanchín Moreno, de 81 años. El mal tiempo provocó, además, que se inundara una urbanización de Parla y mantuvo en jaque todo el día a los bomberos y los servicios de emergencia.La anciana falleció a mediodía de ayer al caerle en la cabeza una de las planchas de la estructura metálica, que se vino abajo a causa del viento en el cruce de la avenida de los Toreros con la calle de Cartagena, en el distrito de Ventas. Los sanitarios del Samur-092 trataron de reanimar sin éxito a la víctima durante media hora. La fachada contigua a la del andamio pertenece a una escuela infantil y bajo la estructura que se desplomó ayer pasan cada día cientos de niños para entrar y salir del centro escolar.

La anciana aguardaba en la acera de la avenida de los Toreros a que un semáforo se pusiera en verde para los peatones. De pronto, la estructura metálica colocada en un edificio de ladrillo rojo en construcción se le vino encima con un gran estruendo. Una plancha de unos tres metros de largo por unos 50 centímetros de ancho -de las que se colocan de forma horizontal en los andamios para que los obreros caminen sobre ellas- le golpeó en la cabeza. La anciana quedó tendida en el suelo con la cabeza ensangrentada.

Una mujer de 63 años que caminaba detrás de Manuela explicó lo ocurrido: "Estaba en el semáforo y el andamio le cayó encima. Si llego a ir un poco más deprisa, me hubiera cogido a mí tambien".

"Si la guardería llega a estar abierta, el andamio habría causado una tragedia", afirma una vecina

La obra del andamio ya ha sido denunciada en varias ocasiones por supuestas ilegalidades urbanísticas, según fuentes policiales. Se trata de un edificio en construcción, de cinco plantas, con buhardilla. La obra ha estado paralizada durante más de cinco años, según explicaron varios vecinos. Este año se reanudaron los trabajos. En la valla metálica que rodea el edificio hay un cartel de la empresa Hercesa Inmobiliaria.El andamio estaba instalado junto a un colegio de educación infantil (hasta tres años). Muchos de los alumnos del centro y sus madres han estado pasando junto al andamio hasta dos veces al día durante meses. "Si la guardería llega a estar abierta aquí, ocurre una tragedia", alertó Cecilia, de 63 años, vecina de la zona.

El edificio en obras no parece del todo seguro, a juicio de una vecina que lleva a sus hijos a la citada guardería. "La acera es muy estrecha y está invadida por el material de construcción; pasamos con los niños en las sillas sorteando los ladrillos o por la calzada evitando los coches, mientras sobre nuestras cabezas se mecen las vigas levantadas por la grúas. Hay días en que los chispazos de las soldaduras saltan hasta la calle", comentó indignada.

La muerte de la anciana es la segunda que se ha registrado este año en la región en circunstancias similiares. Francisco Marín Segada, de 67 años, funcionario del servicio filatélico provincial de Correos, falleció aplastado bajo un andamio de unos 10 metros de altura derribado por el viento, que infló las lonas que lo cubrían. El accidente ocurrió en la puerta de entrada del pabellón de Cristal de la Casa de Campo, a las 11.55 del pasado 11 de octubre, durante la celebración de la Feria Universal de Filatelia 2000. En la feria se encontraba en ese momento el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, quien acompañó a la víctima, todavía con vida, al hospital.

Minutos después, otro andamio se desplomó sobre dos policías que custodiaban la estructura derribada. Los agentes resultaron heridos graves. Correos y Fomento anunciaron sendas investigaciones sobre los siniestros cuyo resultado no ha sido hecho público por el momento.

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