Ocho heridos al derrumbarse parte de una fachada en rehabilitación en Valencia. La fachada que se desplomó en el centro de Valencia llevaba apuntalada más de un año

Ocho transeuntes resultaron ayer heridos al derrumbarse en Valencia parte de una fachada en rehabilitación situada en la plaza de la Reina esquina con la calle del Micalet -frente al popular campanario gótico de la catedral-. El desplome de una gran cornisa a causa del fuerte viento a punto estuvo de convertirse en una catástrofe. Los andamios que sujetan la fachada y la red que los cubre frenaron la caída de ladrillos y cascotes, pero no evitaron que ocho personas resultasen heridas, que se viesen afectados seis puestos de venta ambulante del tradicional mercadillo de Navidad y fuese necesario cortar el tráfico en la céntrica plaza. Al lugar del accidente acudieron la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el consejero de Justicia, Carlos González Cepeda.El desplome, registrado sobre las 13.30 horas de ayer, movilizó varias ambulancias del SAMU, coches de bomberos, Policía Local y Policía Nacional ante el temor de que se hubiese producido una catástrofe, dado que ese tramo de la plaza de la Reina de Valencia es uno de los más concurridos de toda la ciudad, especialmente en domingo. Los ocho heridos, entre los que se encontraban tres mujeres argelinas de la misma familia, H. B. de 43, I. A., de 22 y L. F. A. de 21 años, un matrimonio de 74 años (José D.L. y María P. M.), un hombre de 75 (Alonso. R.), otro de 32 (José P.) y un tercero algo más joven (Agustín G. G.), fueron trasladados a los hospitales de La Fe, General y Clínico de Valencia. En la tarde de ayer fueron dados de alta cuatro de los ocho heridos aunque con contusiones y alguna fractura de carácter leve. Una mujer de 44 con fractura de pelvis, un hombre de 32 con traumatismo lumbar y el más joven con una costilla y una muñeca rotas y herida en el cuero cabelludo recibieron a última hora permiso para regresar a sus domicilios. Así, al cierre de esta edición permanecía únicamente ingresado un hombre de 74 años en observación con una fractura craneal.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, explicó que la promotora Edifeza, propiedad del presidente de la patronal valenciana Rafael Ferrando, tenía todos los permisos en regla. Barberá, asesorada por los ediles Alfonso Novo (Disciplina Urbanística) y Jorge Bellver (Seguridad Ciudadana), manifestó que la fachada llevaba sujeta con andamios desde hacía más de un año. Las excavaciones arqueológicas en el solar se iniciaron en enero y concluyeron el pasado mes de septiembre, tras lo cual se había procedido ya a los trabajos de cimentación. La obra había sido inspeccionada por la promotora el viernes.

Dominique Boucher, propietario de uno de los puestos del mercadillo situado frente a la fachada narró que escuchó un estruendo y salió corriendo hacia el centro de la plaza para salvarse, sin tiempo para avisar a su mujer y su hija. Tras la polvareda observó a varios de los heridos enredados en la red de la fachada tumbados en el suelo. Taoufik, otro de los vendedores de la plaza salió corriendo hacia la polvareda tras el estruendo en busca de su sobrino, que afortunadamente había tomado la dirección contraria. Los heridos fueron sacados de entre los cascotes por vendedores que los atendieron hasta la llegada de las ambulancias. Los vendedores del mercadillo de Navidad, algunos de los cuales perdieron parte de su mercancía, expresaron su malestar por la situación de la plaza, donde hay otros dos edificios con andamios instalados desde hace años. Varios de ellos expresaron su disposición a iniciar una recogida de firmas para que el Ayuntamiento garantice la seguridad en la zona.

El fuerte viento obligó a los bomberos de la ciudad de Valencia a realizar más de 70 servicios hasta la llegada de la noche, fundamentalmente por caída de árboles y antenas. En el hospital General de Valencia un arbol derribado aplastó tres vehículos.

En el resto de la provincia de Valencia, el Consorcio Provincial de Bomberos informó que había realizado más de un centenar de servicios para sanear fachadas, carteles publicitarios, rotura de cristales y caída de árboles, antenas y toldos, sin que se registrasen daños personales.