El Bloc exige un plan anual de obras en La Valldigna
Proyecto pendiente
El monasterio cisterciense de Santa María, ubicado en Simat de la Valldigna, se ha convertido en escenario de grandes eventos, inauguraciones y encuentros internacionales desde que el PP gobierna la Generalitat. En el año 2000, el recinto monacal ha sido además declarado sede del Consejo Mediterráneo de Cultura de la Unesco, y una fundación, la Jaume II, creada en 1998, se ocupa de impulsar actividades culturales en torno al cenobio. Pero en La Valldigna continúan surgiendo voces discordantes con la gestión y uso que el Consell está haciendo del monasterio, más preocupado, denuncian, por "priorizar los grandes actos" que por la recuperación efectiva del conjunto monumental. Jesús Ferrando, portavoz del Bloc Nacionalista Valencià en la Valldigna, lamenta que el gobierno del PP "se ha limitado a acabar las obras previstas en el monasterio en la anterior legislatura". El Consell, añade Ferrando, continúa sin desarrollar la Ley de Patrimonio Cultural, aprobada en el pleno de las Cortes que se celebró en la iglesia del monasterio con motivo del 700 aniversario de su fundación, en 1998. La Ley de Patrimonio contempla la redacción de un plan de obras y el compromiso de una asignación presupuestaria anual que permita la continuidad de la recuperación del cenobio de Santa María. Pero cuatro años después de su aprobación, dicha legislación continúa sin desarrollarse, y las obras de rehabilitación del monasterio no han recibido ningún impulso significativo.
El cenobio cisterciense, declarado monumento histórico artístico nacional en 1970 y adquirido por la Generalitat Valenciana en 1991, cuenta con un plan director desde 1992, bajo la dirección del arquitecto Salvador Vila. Los trabajos arqueológicos y arquitectónicos han permitido iniciar las excavaciones e intervenciones de urgencia en la iglesia de Santa María, el refectorio, el recinto del Palau de l'Abat y la sala capitular. Las últimas actuaciones han permitido rehabilitar la almazara, recuperada como centro de acogida y exposiciones, y se han restaurado los frescos de la cabecera, cúpula y atrio del interior de la iglesia.
Pero el año 2000 termina sin que se haya ejecutado una de las principales obras previstas en el complejo, la consolidación de la Sala Capitular, que empezó a ser construida siendo abad Roderic de Borja, y que había sido incluida en el programa de actuaciones con motivo del Any dels Borja. El proyecto se encuentra en fase de información y supervisión en la Dirección General de Patrimonio. El presupuesto de la Fundación Jaume II para 2001 sólo contempla 25 millones de pesetas para obras en el monasterio, previstos, en principio, para la adecuación de una oficina que haga las veces de sede del organismo junto a la almazara. Por su parte, el Ministerio de Educación y Cultura iniciará en 2001 las obras de consolidación del refectorio.
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