De cuando cantaban los bisabuelos

El grupo Lombarda vuelve a los escenarios recuperando canciones perdidas de la tradición granadina

Han conseguido que las canciones que cantaban las bisabuelas de muchos niños de La Alpujarra vuelvan a enseñarse en los colegios. Que ancianos octogenarios oigan de nuevo, después de sesenta años, las coplas de su juventud. Que suene la música más antigua de Granada. Lombarda, una formación que empezó hace veinte años interpretando música celta y temas del folclore granadino, ha vuelto a los escenarios después de un lustro de silencio con una propuesta novedosa: recuperar el patrimonio musical de toda la provincia de Granada. Y ha metido toda esa esencia en un disco.Lombarda, un quinteto que a comienzos de los ochenta sorprendió por la juventud de sus miembros (rondaban entonces los 17 años) y por la frescura de su música, fue un referente de lo que a la tradición musical granadina se refiere. Se patearon por aquellos tiempos todos los pueblos de La Alpujarra grabando a los viejos y recuperando instrumentos, descubriendo partituras primitivas. De todo aquel trabajo, y de la colaboración de 23 músicos ahora, ha nacido un disco, Lombarda, en el que se recupera el folclore de toda la provincia granadina.

"La idea partió en un principio de la Diputación Provincial de Granada, que quería hacer un disco sobre las tradiciones musicales", explica Sixto Moreno, arreglista y uno de los integrantes originales del grupo. "Al principio fue un trabajo de campo, de ir recogiendo viejas coplas". Luego, el proyecto fue creciendo y, finalmente, volvieron a reencontrarse cuatro de los cinco antiguos miembros. Decidieron que era un buen momento para reunir al grupo otra vez.

El disco recoge músicas de todo tipo, desde La aurora de Jayena, a la Mazurca, de Bérchules, o las Coplas a la candelaria, de Alhama de Granada.

Lo curioso es que muchos de esos temas ya estaban en vías de extinción. "Se han perdido muchas costumbres, como la de los quintos", explica Manuel Mateo, cantante de la formación. "Y con esas costumbres también se han perdido las canciones y las fiestas que las acompañaban. Muchas coplas están al borde de perderse".

Gracias al trabajo de Lombarda, que en los últimos años estuvo investigando todo el folclore granadino, las canciones recogidas, y armonizadas para el disco, vuelven a ser patrimonio de muchos pueblos que habían dejado de oirlas.

Es el caso, por ejemplo, de la Aurora de Jayena, una copla que hasta los más viejos habían olvidado. En uno de sus viajes de investigación, Sixto Moreno encontró a una mujer que la cantaba y la grabó. Cuando salió el disco, una de las colaboradoras del grupo, profesora en una escuela del pueblo, volvió a enseñársela a sus alumnos. Lo que estaba a punto de extinguirse se ha convertido, sin embargo, en un nuevo juego para los niños.

"Nos hemos preocupado mucho de recuperar las tradiciones, pero poniéndoles nuestra propia música y nuestra propia armonía", relata Sixto Moreno. El trabajo aporta, así, la creación personal del grupo. No obstante, el disco incluye la partituras a pie de campo escritas durante el proceso de investigación.

El proyecto de Lombarda no queda ahí. Tres de los integrantes originales del grupo han decidido volver a los escenarios, acompañados de ocho músicos, y han empezado a buscar nuevos temas. "El folclore granadino es riquísimo", dice Moreno. Tanto que, años después de perderse, vuelven a nacer canciones que hasta los más ancianos daban por olvidadas.