El dictamen sobre la 'legionella' en Alcoy no explica qué hizo el Consell para frenar los brotes

El dictamen de la comisión de investigación de las Cortes, que se constituyó con el objetivo de analizar "la actuación de los servicios de salud pública y medioambiental de la Generalitat" ante los sucesivos brotes de legionella detectados en Alcoy, no responde a la pregunta esencial para la que se creó: ¿qué hizo el Consell para combatir la epidemia? El documento cita varias declaraciones, pero ninguna de los consejeros de Sanidad y Medio Ambiente, máximos responsables de salud y calidad medioambiental en la Comunidad.

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La propuesta de dictamen sobre la investigación parlamentaria en torno a las acciones desarrolladas para combatir la legionellosis en Alcoy, firmada el pasado sábado por Alejandro Font de Mora, portavoz del PP, y Luis Concepción, ponente del PP en la comisión, no es más que la expresión escrita de una tarea fallida. De hecho, la mayor parte del documento recoge un juicio sumarísimo hacia la actitud de la oposición y condena con severidad su renuncia a participar en un órgano parlamentario.La importancia otorgada a la actitud de los diputados del PSPV y de Esquerra Unida contrasta con la ausencia de mención a cualquier documento público a lo largo del dictamen. Pero sobre todo, sorprende que no recoja una sóla cita de las explicaciones de los máximos responsables de salud pública y calidad ambiental sobre sus actuaciones para combatir el brote.

Invocar que pertenecen al PP, lo mismo que los diputados que les interpelaron, sería tanto como negar la división de poderes que está a la base del sistema democrático. Más bien parece parte de toda una estrategia diseñada para trasladar las responsabilidades sobre la falta de coordinación de los responsables públicos en el combate de la epidemia, que fue denunciada ante la propia comisión pero que, sorprendentemente, tampoco ha sido recogida en el dictamen.

La estrategia del PP se inició en el pleno de las Cortes aprobó el pasado 29 de noviembre la constitución de una comisión no permanente de investigación "sobre la actuación de los servicios de salud pública y medioambiental de la Generalitat Valenciana, así como las responsabilidades que se puedan derivar en relación con los sucesivos brotes de legionella aparecidos en Alcoy desde septiembre de 1999". La iniciativa fue planteada por el portavoz del Grupo Socialista, Joaquim Puig, dos días antes.

El PP optó por ganar la batalla por la transaparencia y aceptó la constitución de la comisión. Semanas antes los socialistas habían requerido otra comisión de investigación sobre el Ivex que fue esquivada. Negar la investigación sobre la actuación del Consell ante el brote de legionella habría generado una peligrosa sensación de falta de transparencia. Pero una vez aceptada la comisión, la estrategia del PP se dirigió a lavar la imagen de los responsables de salud pública y calidad ambiental.

Una norma no escrita de elemental cortesía parlamentaria establece que las investigaciones sobre la acción del gobierno sean dirigidas por la oposición. Sin embargo, el PP aprovechó su mayoría para designar al presidente de la comisión, aprobar un calendario de trabajo y fijar la relación de cargos públicos y expertos que debían contribuir a esclarecer la "actuación" de los servicios de la Generalitat Valenciana que fueron considerados inaceptables por los dos grupos de la oposición. Los populares rechazaron incluso que la oposición estudiara la documentación oficial sobre las actuaciones públicas ante los brotes de legionella antes de establecer la relación de personas que debían someterse a las preguntas de los diputados.El Consell se apresuró a aprobar un decreto sobre medidas de prevención de la legionellosis dos días antes de la primera reunión de la comisión parlamentaria, una sesión tumultuosa en la que la oposición dejó en solitario a los diputados del PP ante los consejeros de Sanidad y Medio Ambiente, precisamente los cargos objeto de la investigación.