"El esfuerzo inversor andaluz está por encima de la media"

La consejera de Educación afronta estos días el reparto de 60.000 millones entre las 10 universidades andaluzas, un debate que espera sosegar para alcanzar un acuerdo.Cándida Martínez lleva ocho meses como consejera de Educación y asegura que aún no ha notado el desgaste que, por sus particularidades, conlleva su cartera. Mientras se ultima en el Parlamento el Libro Blanco sobre la Educación, anda atareada en conseguir que los rectores de las 10 universidades andaluzas se pongan de acuerdo en cómo repartirse los 60.000 millones de inversión en financiación que destinará la Junta en el cuatrienio 2001-2005, un plan que, afirma, da respuestas a las demandas realizadas por las universidades andaluzas.Pregunta. Acaba de presentar un plan multimillonario de inversión en las universidades andaluzas, pero los rectores creen que el esfuerzo financiero de la Junta debería ser aún mayor.

Respuesta. Estamos hablando de 60.000 millones en inversiones, no de las transferencias que hace la Junta de Andalucía para el gasto corriente de las universidades. 60.000 millones suponen una cifra muy considerable para ir terminando aulas, bibliotecas, laboratorios. Con este dinero se podrán terminar en muchos casos los proyectos que ya había e iniciar otros nuevos. Acerca de si es suficiente o no, quiero recordar que, desde 1987, en las universidades andaluzas, y sobre todo desde comienzos de la década de los noventa, se ha hecho una inversión muy fuerte en infraestructuras. Por tanto estamos convencidos de que con esta cifra se pueden dar salida a la mayor parte de las necesidades que ahora mismo se tienen. Además es la cifra que una y otra vez nos ha solicitado la mayoría de los rectores.

P. Aún así, los rectores consideran que la partida de 10.000 millones prevista para 2001 es insuficiente y piden a la Junta que doble esta partida a 20.000 millones por año durante el cuatrieno.

R. Claro, pero estamos hablando de inversiones y desde luego la deuda por inversiones se termina radicalmente con este dinero, es más, no solamente es que se termine, sino que se van a construir cosas nuevas, ya que la mayor parte de estas inversiones están destinadas a construir nuevas aulas, bibliotecas, a la planificación del campus de la Salud en Granada, a inversiones en el campus de Teatinos en Málaga, a terminar el de Rabanales en Córdoba, y una parte de ese dinero va a financiar obras que ya estaban previstas. ¿Que harían falta más? Siempre hacen falta más. Pero el Gobierno andaluz tiene que hacer una inversión poderosa también en formación profesional de grado superior y tenemos que cubrir otras necesidades.

P. Los días 27 y 28 de diciembre se celebra la comisión parlamentaria con los rectores ¿Cree usted que antes del mes de enero podrá poner de acuerdo a todos los rectores sobre la forma de repartir estos 60.000 millones?

R. Lo importante no es la fecha. Lo importante es que los proyectos que hay se puedan cubrir y que se den respuestas a las necesidades. Creo que ponerse fechas está bien, pero lo importantes es que haya un ambiente de sosiego y de calma para llegar a esos acuerdos de reparto.

P. CC OO en su Libro Blanco sobre la Educación solicita un nuevo modelo de financiación universitario en base a otros criterios de reparto.

R. Estamos totalmente de acuerdo en que hay que tener un nuevo modelo de financiación racional, objetivo, reequilibrador, que incentive la calidad en las universidades y que sirva para ayudar a aquellas universidades que están haciendo un esfuerzo notable en gestión, investigación y que logran buenos resultados académicos. Que también se prime eso, partiendo de la base de que todas las universidades por el número de alumnos, por edificios y por titulaciones tienen que tener un mínimo.

P. Los más optimistas cifran en siete años, si se mantiene el mismo espíritu inversor, el periodo necesario para acabar con el desequilibrio existente entre las distintas universidades andaluzas

R. Que haya que ir a por un mayor equilibrio estoy de acuerdo y además en esa línea se ha estado trabajando en los últimos tres años. A partir del 7,5% de incremento previsto para 2001, la Universidad de Huelva o la de Almería superaban el 12%. Ahora, también hay que tener en cuenta algunas cuestiones que son las que deben fijar el modelo de financiación: hay universidades con más antigüedad que otras y carreras en las que el gasto por alumno es mayor. Si se utiliza sólo el parámetro del gasto por alumno el reequilibrio puede no ser real.

P. El PP acusa al Gobierno andaluz de que lo único que se incrementa es la frustración que vive el sector educativo y propone como solución la aprobación de una Ley de Financiación Universitaria.

R. El tema de la frustración me parece que no es verdad. Me parece que desde 1987 ha cambiado no sólo el panorama global de la Educación, sino el panorama de las universidades. Tenemos 10 universidades y hemos conseguido acercar las enseñanzas universitarias a la mayor parte de la población y desde ese momento hasta ahora se ha duplicado el número de universitarios y cuadruplicado la inversión que ha hecho la Junta. Partíamos en 1987 de un número de titulaciones que creo estaba en 85 y ahora tenemos 300. Había muy pocas titulaciones técnicas, unas 22, y ahora hay 84. También se han construido campus nuevos. ¿Que hay debilidades? Claro que sí, porque hemos tenido un crecimiento rapidísimo y eso provoca ciertos desajustes. Estamos ante un camino que francamente creo que es de los más abiertos y estimulantes que pueden tener hoy las universidades en su conjunto.

P. ¿Cómo piensa hacer frente al problema del deuda de las universidades, que según algunas estimaciones ronda los 40.000 millones de pesetas?

R. Se habla mucho de la deuda de las universidades andaluzas y es verdad que, por el crecimiento que ha habido, existe. Pero es una deuda que, según recoge el informe de situación que hemos elaborado, está a la mitad de la que tuvieron en un momento determinado otras universidades del país, como por ejemplo la Complutense de Madrid cuando estaba [Gustavo] Villapalos como rector y que andaba, creo, más allá de los 20.000 millones. Una deuda que además se le condonó.

P. CC OO propone que además de alcanzar el 1,5% del PIB en inversión universitaria, se destine también el 6% del PIB para las enseñanzas no universitarias para lograr la equiparación del sistema educativo andaluz con el del resto de las comunidades autónomas.

R. El 1,5% del PIB para las universidades creo que es un horizonte con el que trabajar, pero habría que señalar que, en relación a nuestro PIB, el esfuerzo presupuestario que está haciendo el Gobierno andaluz es uno de los más elevados en estos momentos comparado con otras comunidades y su producto interior bruto. Andalucía tiene unas determinadas condiciones y nuestro esfuerzo inversor es uno de los más elevados, pues estamos por encima de la media de España. Con el 6% pasa lo mismo. Este año hemos incrementado en unos 40.000 millones el presupuesto en relación al del año anterior. Y en el acuerdo por la Educación en Andalucía se establecían unas cifras que estaban en torno a los 200.000 millones para 2003 y en estos momentos casi hemos cubierto el 70% de ese incremento.

P. ¿Ha acusado el desgaste de ser consejera de Educación?

R. No. Conforme pasa el tiempo, si ya me apasionaba la Educación, ahora me apasiona aún más. Todos los esfuerzos que pueda dedicar como persona, mujer y enseñante a esta tarea, hoy como consejera y mañana como profesora, hacen que me reafirme en que lo que se puede hacer desde un Gobierno por la Educación.