Venus redondea su temporada

Venus Williams va a redondear el mejor año de su vida prorrogando el contrato que tenía con Reebok desde 1995 por 40 millones de dólares (casi 8.000 millones de pesetas) en otros cinco años. A los 20 años, la primogénita de la familia se convierte en la deportista mejor pagada de la historia. Junto a su hermana, Serena, de 19 años, las Williams serán la mujeres Avon en Estados Unidos durante los próximos tres años, en el principio de un nuevo fenómeno, el de las deportistas como grandes estrellas de la publicidad, campo hasta ahora reservado a los hombres.La mayor de las Williams no es la número uno mundial en el ránking oficial del tenis femenino, pero siente serlo moralmente. Está tan convencida de ello que también es la menos apreciada de las tenistas del circuito, debido a su ostentosa actitud, heredera de la gran Babe Didrikson, probablemente la mejor deportista de la historia, quien se presentaba en los torneos de golf con un saludo: "Ya está aquí Babe, ¿quién va a ser segunda?".

Richard Williams, padre y preparador de las jugadoras, provocó el mes pasado una algarada verbal al acusar a la Asociación de Tenis Femenino de aprovecharse de sus hijas y reclamar una mayor participación económica de los beneficios del circuito, que ha subido como la espuma en televisión desde que pugnan las hermanas. Tiger Woods acababa de hacer unas manifestaciones del mismo tenor con respecto al golf.

Ahora, Venus se sube al carro de los multimillonarios contratos publicitarios en el que ya lleva tiempo Woods, considerado Deportista del Año para la revista Sports Illustrated. Woods pactó recientemente un acuerdo con Nike por cien millones de dólares (cerca de 20.000 millones de pesetas) en un lustro.

"Es una deportista excepcional y un ser extraordinario, con un estilo multidimensional", comenta hiperbólicamente una portavoz del fabricante de equipo deportivo. "Creemos que su atractivo trasciende edad, sexo y barreras geográficas. Es un modelo en todas partes, en especial para las mujeres". Siempre que no sean tenistas del circuito.

Las Williams llevan varios años en primera línea del tenis mundial e irrumpieron en la ciudadela de las campeonas el año pasado, cuando la menor de las hermanas, Serena, ganó el US Open. Este año ha sido el de la mayor, con sus victorias en Wimbledon y el US Open y los dos oros olímpicos en Sydney, en dobles junto a su hermana, con la que también ganó el dobles de Wimbledon.

"Se está produciendo un cambio espectacular", comentaba hace unos días Bob Williams, experto en mercadotecnia deportiva de Chicago. "Cada vez es mayor el número de deportistas femeninas del máximo rango a las que se recurre para conectar con los consumidores"

. La atleta Marion Jones, la futbolista Mia Hamm o la tenista Anna Kournikova (en este caso más por el palmito que por la calidad deportiva) son algunas de las que ya pisan un terreno que era exclusivo de los Tiger Woods o Michael Jordan. Pero ninguna como Venus. El abogado de la jugadora, Kevin Davis, asegura que Venus y Serena, a la que equipa Puma, están dispuestas a competir largo tiempo en la liga de los supercontratos.