La 'antihéroe' de los setenta, Pippi Calzaslargas, llega al Teatro Madrid

La niña tierna, despegada de cualquier norma del mundo adulto, de una audacia inusitada y de largas trenzas pelirrojas que la anciana escritora sueca Astrid Lindgren creó, bajo el nombre de Pippi Calzaslargas, llega mañana, día 22, a la escena española, en forma de obra musical, bajo la dirección de Ricard Reguant (West Side Story, Chicago...). El montaje recrea el estrenado, en el Circus Building de Copenhague en 1999, por la compañía Det Danske Teater.

La música del cantautor nórdico Sebastian y adaptación de Staffan Götestam, autores del musical danés, han sufrido algunas variaciones para darle un cariz "mediterráneo", en palabras de José Manuel Garrido, director de Artibus, una de las productoras del espectáculo. Concretamente, los arreglos del director musical Juan Cánovas han agilizado el ritmo de los 14 números musicales de la obra y han introducido algunos coros, todos cantados en directo, con música grabada.Otras diferencias estriban en la incorporación de números coreográficos, realizados por el actor, bailarín y coreógrafo Osky Pimentel, y en la ubicación temporal de la acción; mientras el montaje danés sitúa la obra a principios de siglo, la versión española la lleva a los años setenta, como en la serie televisiva que dio a conocer el personaje.

Reguant ha definido a la niña creada por Lindgren en la década de los cuarenta, como "el gran personaje infantil del siglo XX, como Peter Pan lo fue del XIX, y añade que "este musical es muy fiel al espíritu de la letra". Por su parte, la joven Vanessa Fernández de Córdova, una de las dos actrices que encarnarán a Pippi Langstrum (junto con Montse Núñez), y cuyo parecido con la protagonista de la serie televisiva le marcó en la infancia, definió al personaje como un "antihéroe, de espíritu anárquico y además, mujer".

Junto a los 17 actores y actrices que componen el elenco, cobra una presencia singular, además de los amigos de la protagonista Annika y Tommy, el caballo compañero y mascota de la niña que apenas pisa el colegio. Se trata de una reproducción a tamaño natural, con un complicado diseño obra de un artista noruego, que permite un sistema de ventilación interna para los dos manipuladores que lo mueven desde dentro. En palabras de los productores, el caballo trasladado a España desde Noruega "ha costado más que un pura sangre andaluz": casi dos millones de pesetas, de los 65 que cuesta la producción de la obra.

El montaje permanecerá en cartel hasta el próximo mes de marzo y, en función de la acogida en Madrid saldrá de gira por diversas ciudades españolas. Además de las funciones familiares en días no lectivos, se han previsto algunas sesiones de campaña escolar.