CC OO alerta del aumento de la temporalidad en el sector público, cuya tasa en la región ya supera el 25%

Uno de cada cuatro trabajadores del sector público en Málaga (26,2%) tiene un contrato temporal. El dato no difiere demasiado de las tasas andaluza (25,3%) y española (21,4%), pero refleja un fuerte incremento de la temporalidad en la provincia: de cinco puntos (21,2%) con respecto a 1999 y de diez con relación a 1998 (15,7%). En ese mismo bienio, en la comunidad autónoma creció tres puntos (del 22,3% al 25,3%) y en España casi otro tanto (del 18,7 al 21,4%). "Es un mal ejemplo justamente de un sector que debía impulsar la contratación indefinida", se quejó Antonio Turmo, técnico de CC OO, el sindicato responsable del estudio.Según el trabajo, que no precisa qué tipo de contratos utilizan administraciones y empresas públicas, el Servicio Andaluz de Salud tiene en la provincia una tasa de temporalidad del 34%, la enseñanza del 24%, mientras que en el resto de las instituciones locales, autonómicas o centrales el porcentaje roza el 12%.

Turmo añadió: "Hay menos empleo público en general y, para colmo, menos con carácter indefinido". El informe, elaborado con datos comparativos de los tres primeros trimestres del año, refleja que en el sector privado la tasa de temporalidad en la provincia es más alta (50%), pero que creció menos (1,1%) que en el ámbito público.

Lo que no es nuevo es que la contratación indefinida en la comunidad autónoma represente menos de la mitad (3,51%) que en España (8,72%). Sin embargo esta tendencia ya se registró en 1998 (3,42% frente a 8,33%) y en 1999 (3,75% y 9,20% respectivamente).

El informe señala además que el empleo creado en los tres primeros trimestres en Málaga es "mayoritariamente masculino, absolutamente asalariado y en el sector privado". Y aquí el estudio hace un matiz. La proporción de mujeres contratadas aumentó -39,3% en 2000 frente a 37,7% en 1998-, pero éstas consolidan menos los puestos de trabajo que los hombres porque rotan más. Un fenómeno que también afecta a los jóvenes. "Tres de cada cuatro ocupados nuevos son hombres (72,6%) y también lo son dos de cada tres parados que han dejado de serlo (64,5%), mientras que en 1999 la proporción en ambos casos era favorable a las mujeres en tres de cada cuatro", señala el documento.

En general, sin hacer distinciones ni de sexo ni de edad, son necesarios 22 contratos para que se genere un empleo neto en la provincia; una rotación que la central obrera considera "exagerada". En el período analizado se registró una media cercana a los 38.000 contratos mensuales, cifras que según el sindicato "no son reflejo de ninguna vitalidad económica o empresarial, sino más bien de un grave problema que es necesario atajar". El problema es la corta duración de las contrataciones que fueron de una duración igual o inferior a tres meses.