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Fallece el sindicalista de la CNT agredido en la estación de Atocha

Emilio Mejías Tejada, de 39 años, miembro de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), falleció a las nueve de la mañana de ayer en el hospital Doce de Octubre, 16 horas después de ser agredido por un indigente en un bar de la estación de Atocha. El mendigo le propinó un puñetazo en la cara a las cinco de la tarde del domingo, después de que el sindicalista le entregara un panfleto en contra de la reforma laboral. El agresor se entregó en la comisaría de la estación al saber que estaba siendo buscado por la policía.

Cayó inconsciente

Emilio Mejías Tejada, de 39 años, soltero, y su hermano Juan, año y medio menor, se pasaron toda la mañana del domingo en el puesto que la Confederación Nacional de Trabajadores instala en la plaza de Tirso de Molina con fines propagandísticos. Luego se fueron a comer juntos y, hacia las cinco de la tarde, se dirigieron a la estación de Renfe de Atocha para tomar el metro de regreso a casa, según explicó ayer un compañero de la CNT.Antes de adentrarse en la red de metro se detuvieron en el Fast Bar (Bar Rápido) de la estación para tomar una cerveza. Pidieron una lata grande y otra pequeña. Iban vestidos con chaquetas oscuras, pantalones ajustados y zapatillas de deportes, según explicó ayer el camarero del local.

En la barra del bar, junto a ellos, dos indigentes tomaban café, uno con leche y el otro un cortado. Emilio y Juan comenzaron a repartir folletos de la CNT entre los clientes del bar. En ellos se lee: "Otra reforma laboral. ¿Y ahora qué? Movilicémonos. De nosotros depende cambiarlo. No se trata de trabajar a cualquier precio. Luchemos por nuestra dignidad". El sello de la central sindical estaba estampado al pie del texto.

Emilio entregó un pasquín a los indigentes y uno de ellos, Manuel Gómez Valverde, de 42 años, le espetó: "Esto es una mierda", según explicó ayer Ricardo Felipe, secretario de prensa de la CNT.

Según el camarero que les atendió en el bar, "el indigente se puso a leer el panfleto y reaccionó de una forma desproporcionada". "Me extrañó su reacción. De repente se puso muy nervioso y le dijo al sindicalista: 'A mí no me jodas. A mí no me des esto, que te doy una hostia que te voy a matar", explica el camarero.

Juan se percató de lo ocurrido y le dijo a Emilio que no hiciera caso. Cuando estaba pagando la consumición de ambos escuchó un golpe seco y al girarse vio a su hermano tendido en el suelo. El indigente huyó corriendo por la estación. "El vagabundo le pegó un puñetazo tremendo en la cara y el sindicalista cayó como un saco de patatas", agrega el camarero que presenció la agresión.

El tremendo golpe derribó a Emilio, que cayó con el tabique nasal partido y se golpeó la nuca contra el suelo de la estación. "Comenzó a sangrar por un oído, la nariz y la boca", añade el hombre que estaba atendiendo en el bar. "Juan trató de reanimar a su hermano. Le dio palmadas en la cara para ver si reaccionaba. Cogió a su hermano, le incorporó y le apoyó contra una columna para ver si así lograba reanimarle. Pero no hubo manera", prosigue el testigo.El supuesto agresor huyó de inmediato. Pero su compañero fue retenido en el bar por los clientes y el propio camarero. Avisaron a los agentes de seguridad privada que custodian la estación de Renfe, quienes, a su vez, llamaron a las fuerzas de seguridad. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía retuvieron al compañero del indigente.

Los sanitarios del Samur (092) que atendieron a Emilio lograron reanimarlo de la parada cardiorrespiratoria que sufrió a causa del golpe. Luego le trasladaron al hospital Doce de Octubre, donde ingresó en estado crítico. "Durante la madrugada sufrió otros cuatro paros cardiacos y a las nueve de la mañana aproximadamente murió", explicó otro sindicalista que estuvo de madrugada en el hospital.

En la mañana de ayer, Manuel Gómez Valverde se presentó en la comisaría de la estación de Atocha, autoinculpándose de la agresión. Ya sabía que la policía le buscaba por lo ocurrido. Gómez cuenta con un antecedente por agresión hace tres años. Habitualmente duerme en el parque del Retiro o en centros de acogida.

Emilio vivía con su hermano Juan y su madre en un piso de Canillejas. Estaba soltero y trabajaba como albañil y encofrador en la misma cuadrilla que Juan. Su padre falleció cuando eran niños. La familia está compuesta por dos hermanos más. El hermano mayor falleció hace unos años, también por estas fechas próximas a la Navidad, en un accidente de tráfico.

Emilio será enterrado hoy en el cementerio Sur.

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