Carew pone los goles del líder

Contra todos los prejuicios que reserva el fútbol a cualquier jugador de dos metros de alto, John Carew se ha erigido en una referencia capital en el Valencia. Por su físico condiciona el juego del equipo, que le busca sin parar, sobre todo en los lanzamientos largos de Cañizares y los defensas. Cabecea y prolonga todos los pelotazos ante los perplejos defensas. Carew es demasiado grande para los centrales. Y bastante completo con la pelota. Buenos controles, gran velocidad, habilidoso para un físico imposible. En el área es temible cuando juega de espaldas a la portería, se las ingenia en el pase y marca goles de buena factura. Que se lo pregunten al Málaga. Carew recibió desde la izquierda, se giró y desvió con la derecha al rincón. Un gol muy complicado que explica perfectamente el gran papel del delantero en el Valencia.Líder tras su victoria ante el Málaga, el Valencia ha encontrado en Carew la respuesta a Piojo López. Pocos jugadores son tan diferentes. Sin embargo, su función es decisiva en el equipo. El mérito hay que atribuírselo a Héctor Cúper, que se adapta a todo lo que le echen. Le han valido Amato, Ezquerro, Dani, Piojo López... Todos fueron traspasados por un fangote de dinero, y ninguno de ellos ha vuelto a triunfar, a la espera de lo que pueda hacer Piojo en el Lazio. Ahora le llega el turno a Carew. Cúper está sacando petróleo de él. Definitivamente estamos ante el entrenador más ecléctico del fútbol español, uno que además dispara el nivel de solidaridad de sus equipos. Basta con ver a los interiores, incansables para defender y atacar. Gente como Mendieta o Kily González en el Valencia, como Lauren y Stankovic en el Mallorca.

El Madrid persigue al Valencia, y hasta puede pensar en colocarse como líder cuando dispute el partido aplazado con el Zaragoza. Después del fiasco de Toledo, salió ganador de su duelo con el Espanyol. Dedicó el partido a administrar sus dos tempranos goles. Pero el Madrid y el Barça no son capaces de administrar los partidos con garantías. Sufren más de la cuenta en el apartado defensivo, y el sábado dieron fe de ello. El Madrid se complicó la vida en Montjuïc y el Bar-ça concedió un empate que el Rayo puede celebrar con champán. Por juego y ocasiones, el Barça debió ganar con comodidad.

Figo regresó a Barcelona, pero a un campo más amable. En Montjuïc fue recibido con simpatía. Respondió con un golazo que sirvió para poner firma al Balón de Oro que recibirá esta semana.