Un monje sesentón cose a puñaladas a otro en el cenobio de Jesús de Medinaceli

Un monje capuchino de 68 años cosió a puñaladas a otro, de 73, en el convento de Jesús de Medinaceli, en la calle de Jesús, según confirmaron fuentes policiales. El herido ingresó en estado muy grave en el Hospital Clínico San Carlos. El agresor, que después huyó, estaba anoche siendo buscado por la policía en el distrito de Centro.El padre Jesús, de 68 años, atacó al padre Eleuterio, de 73, en un pasillo del convento alrededor de las 21.30. Le asestó numerosas puñaladas en el tórax, el abdomen, otra muy profunda en la espalda y varias en el brazo derecho.

Otro religioso, compañero de los que protagonizaron el incidente, explicó anoche a través del telefonillo de entrada al convento que desconocía la causa del enfrentamiento, pero apuntó: "Todo ha ocurrido poco antes de la hora de la cena y no sabemos por qué. Al padre Jesús le ha debido de dar un ataque de locura". Este religioso concluyó: "No voy a decir nada más, mañana por la mañana informaremos de lo ocurrido".

El padre Jesús emprendió una fuga a la desesperada instantes después de dejar malherido a su compañero. "Salió corriendo del lugar", afirmó anoche un testigo presencial.

Otro religioso del convento avisó al Samur (092) y una ambulancia acudió a atender al padre Eleuterio. "El monje sufrió heridas incisas en el abdomen, el tórax y en las extremidades superiores, así como un shock hipobolémico por la gran cantidad de sangre que había perdido", explicó un portavoz del Samur. Los sanitarios municipales le estabilizaron y le trasladaron al Hospital Clínico San Carlos, donde ingresó en estado muy grave. Un portavoz del centro informó que el paciente sufría "múltiples heridas de arma blanca" y al filo de la pasada madrugada estaba siendo intervenido quirúrgicamente. "La operación durará al menos cinco horas", añadió.

A la iglesia de Jesús de Medinaceli acuden todos los primeros viernes de mes miles de fieles para venerar la imagen de Jesús de Medinaceli, y el primer viernes de marzo de todos los años es tan grande la afluencia de visitantes (no sólo de Madrid, sino del resto de España) que aguardan durante horas para entrar.