"CiU ha dejado de ser el referente que era para la política española"

Pregunta. Las relaciones entre Unió y Convergència hasta las pasadas elecciones autonómicas y generales eran buenas, pero estos partidos viven ahora de nuevo episodios de tensión. ¿Qué ha sucedido?Respuesta. Es normal que haya una cierta tensión, no en vano estamos intentando definir el futuro de la coalición en una coyuntura política completamente diferente, marcada por diversas circunstancias. ¿Qué ha sucedido aparte de esto? Pues que ha habido actitudes poco legítimas contra nosotros por parte de algunos dirigentes de Convergència Democràtica de Catalunya.

P. ¿A qué se refiere cuando se refiere a "actitudes poco legítimas"?

R. Es evidente que ha habido una injerencia de Convergència en cuestiones internas de Unió y se ha querido presentar públicamente nuestro discurso renovador, desde el nacionalismo, como que UDC perdía sus referentes nacionales y lo que le interesaba era alcanzar un pacto con el Partido Popular.

P. ¿No pasará también que Artur Mas, el nuevo secretario general de CDC, le ha ganado a usted la partida en la sucesión de Jordi Pujol?

R. Yo no compito con Mas. Mi apuesta no es electoral. Y si lo fuese, las encuestas dicen radicalmente lo contrario. Pero insisto: mi apuesta va más allá de las elecciones y de plazos electorales. Mi apuesta es de liderazgo de un proyecto político, del catalanismo político desde el nacionalismo, una apuesta por un proyecto renovador. Por tanto, mi preocupación no es la candidatura de 2003.

P. ¿Aceptaría ir de número dos de Mas?

R. Yo tengo intención de ir en la próxima lista electoral de Convergència i Unió. El número es lo menos importante. Me parece que ya he demostrado que a los números les doy un valor muy relativo. Por tanto, ya hablaremos de ello, si el uno, el dos, el cuatro o el ocho, o el doce.

P. Pero Mas aparece como sucesor de Jordi Pujol y eso aleja su proyecto de catalanismo del centro de gravedad de Convergència i Unió.

R. Insisto en no dejar cerrada la cuestión de la candidatura a las próximas elecciones. Falta mucho tiempo. Cuando tengamos que hablar de ello ya lo haremos. Y continúo poniendo el acento en el proyecto, que es en definitiva lo que se plantea en la pregunta.

P. Después de tantos años de estar en trincheras enfrentadas, resulta que el tipo de catalanismo renovador y moderado que defiende Unió y el de los sectores roquistas [seguidores del que fuera secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya] han acabado por encontrarse.

R. Hay coincidencias en muchos aspectos, pero a mí no me interesa comparar o analizar que al final nos hayamos podido encontrar o no, sino que en el fondo existe una reivindicación de la CiU de siempre. De la CiU que ha sido útil a Cataluña y a España en su conjunto. De aquella CiU que fue capaz de ser moderada pero exigente. Esa coalición que provocaba que muchos sectores sociales y económicos españoles, no sólo catalanes, acudiesen a la oficina del grupo parlamentario a plantear problemas y a buscar respuestas. Hoy CiU no es ese referente que era antes para la política española. Lo continúa siendo en la política catalana, aunque no tanto como antes, pero lo ha perdido completamente en la política española.

P. ¿El discurso del catalanismo renovador, del catalanismo político moderado, ha dejado de ser hegemónico en CiU tras el congreso de CDC?

R. El resultado del congreso de CDC es público y notorio, y por tanto es innegable que existe una afirmación de las tesis soberanistas. Pero no hago más que hacer de notario. Josep Lluís Carod Rovira [secretario general de Esquerra Republicana] ha afirmado más o menos explícitamente, y quisiera reproducirlo textualmente, que "la identidad nacional por sí misma no es un factor movilizador de primer orden, ni siquiera para aquellas personas que son de origen catalán". Eso lo afirmo yo desde hace años: hay que continuar defendiendo la identidad. Eso está muy bien, es imprescindible, pero sólo con eso no movilizaremos a la sociedad catalana.

P. Para UDC, ¿es un sueño o una pesadilla continuar con Convergència?

R. No es una pesadilla, es un deseo continuar con Convergència. Pero el sueño de un partido político tiene que ser el de liderar el máximo espacio social y político. Sabemos que la sociedad es plural, que hay otras fuerzas políticas a las que habrá que tener en cuenta, porque en el futuro, una vez que el presidente Jordi Pujol no sea el líder de CiU, se abrirá una etapa de gobiernos de colaboración con diversas fuerzas políticas. "La verdad es un espejo roto", dice Espriu, y cada uno de nosotros tenemos nuestro pedazo. Hoy por hoy, soy el primer defensor de CiU. Pasado mañana, nuestra gente decidirá.

P. El candidato de CiU a la alcaldía de Barcelona parece estar condenado al fracaso, a una especie de muerte dulce. ¿A usted se lo ofreció CDC?

R. Es verdad que para intentar apartarme de esta posible candidatura a la presidencia de la Generalitat se me dijo: "Si quieres ir como candidato a la alcaldía de Barcelona...". Ya me lo comentaron en vísperas de que lo fuera Joaquim Molins [actual jefe del grupo de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona] y en los últimos meses se me ha vuelto a reiterar la oferta. Incluso se me ha llegado a decir: "A pesar de no ser partidarios de la incorporación al Gobierno del Estado, consideramos esta posibilidad. ¿Quieres ser ministro en Madrid?". Todo eso se me ha ofrecido desde CDC, pero nunca he aceptado. Mi vocación está en la política catalana, y en el caso de Barcelona, no he expresado nunca vocación municipalista.

P. ¿Cómo se siente en este papel de ser un activo y un estorbo para CDC?

R. En más de una ocasión se me ha dicho -eso sí, en términos afectivos y positivos- que era un problema. Yo no me siento un problema. Al contrario. He ayudado a ganar las elecciones al Parlament de Catalunya y he trabajado activamente en la negociación de la investidura del presidente Pujol. Por tanto, el Duran problema ha sido útil y lo es a CiU. Pero el Duran problema es una persona con vocación y, a pesar de que le ponen dificultades por todas partes, saldrá adelante.

P. ¿Ve a Jordi Pujol encabezando las listas de CiU en las próximas elecciones al Parlament?

R. Él no ha dicho que no. Pero yo creo que en su ánimo no está encabezar las próximas elecciones, que deben ser en 2003.

P. ¿Cómo afecta el caso Pallerols a su carrera política?

R. Afecta en la dimensión mediática y en el dolor personal. Pero el ciudadano también ve el esfuerzo que ha hecho el partido y la apuesta clarísima de UDC para llegar al fondo.

P. ¿ Cómo se sitúa UDC frente al pacto antiterrorista?

R. El acuerdo no es negativo. Es positivo que el PP y el PSOE se hayan puesto de acuerdo, pero es insuficiente. No lo podemos suscribir porque es excluyente ya que no permite que un partido como el PNV pueda firmar este pacto. Y por razones formales, porque se nos invita, no a pactar, sino a una simple adhesión.

P. ¿Qué le pasa por la cabeza cuando Xabier Arzalluz dice que una persona con tres años de residencia en el País Vasco no podría votar en un posible referéndum?

R. No comparto alguna de estas expresiones, o estas en particular. Pero una cosa es la posición general, que defendamos que no puede excluirse al PNV, y otra cosa son este tipo de afirmaciones que conozco a través de la prensa. Y formuladas así, no las comparto.