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FINAL DE LA COPA DAVIS La gran cita del tenis español

El G-4 sienta a Corretja

La elección de Ferrero frente a Rafter condicionó la entrada de Costa y dejó a Àlex para el domingo

Esto no es la Copa Davis, es un puzzle. La nueva normativa, que permite cambiar los dos partidos individuales de la jornada final con sólo unas horas de antelación, ha convertido la función de los capitanes en algo muy serio. Para los australianos no supone ningún problema, puesto que no tienen más cera que la que arde. Es decir, si prescinden de Patrick Rafter y Lleyton Hewitt, pierden bazas. Pero el G-4 ha estado especulando durante meses antes de tomar la decisión de sentar a Àlex Corretja hoy, viernes, y reservarlo para alguno de los dos partidos del domingo."La decisión tiene sólo una base técnica", explicó Javier Duarte, el capitán de los cuatro, intentando aclarar lo que para muchos era incomprensible: dejar al número uno en el banquillo: "Hay razones que nos han llevado a pensar que Ferrero era el hombre idóneo para jugar contra Rafter en la primera jornada. Y que Costa era el rival más idóneo para Hewitt".

Sin embargo, el motivo fundamental que obligó a ir moviendo piezas hasta componer el rompecabezas final fue la decisión primera de que Ferrero era quien más posibilidades tenía frente a Rafter. Después, todo lo demás vino marcado por las normas. Para jugar contra Rafter, Ferrero debía partir como número uno español. Y, en consecuencia, su compañero hoy debía ser Albert Costa porque el superior ránking de Corretja no permitía otra alternativa.

"Lo que más hemos ponderado", dijo Josep Perlas, miembro del G-4 y entrenador de Carles Moyà y Costa, "es que Ferrero tiene unas condiciones técnicas excelentes para enfrentarse a Rafter. Pone una presión constante. Su ventaja sobre Rafter radica fundamentalmente en que le resta dentro de la pista y con bolas muy rápidas. Y eso provoca que Rafter encuentre muchas dificultades para subir a la red".

El G-4 afirma que tanto Corretja como Costa podían disputar también este encuentro porque están en un gran momento: "Pero creemos que podemos sacar más rendimiento de este primer ataque con Ferrero; entre otras cosas, porque Rafter se preparó toda la semana para enfrentarse a Corretja".

La verdad es que todo lo demás les ha venido rodado a los capitanes españoles. Porque todos ellos querían que Costa se enfrentara a Hewitt en el primer partido, tal y como luego determinó el sorteo: "Albert jugará contra Hewitt, al que ya ganó en Roland Garros este año, con 0-0, como si fuera la primera ronda de un gran torneo. Y preferimos este duelo aquí que en las semifinales [es decir, en el cuarto punto]".

Técnicamente, según el G-4, el juego de Costa es el que menos le conviene a Hewitt: "Albert juega con mucho efecto y en esta pista la bola se levanta mucho cuando bota. Hewitt va a chocar con la pelota porque no le gusta ceder terreno. Y pegarla alto le cuesta. No le quedará más remedio que irse atrás. O sacarse la presión e intentar que quien se atrase sea Albert".

¿Y Àlex? ¿Qué ocurre con Àlex? ¿Por qué se le relega al doble y a disputar alguno de los dos últimos puntos si es quien está en mejor forma, si ganó a Hewitt en el Masters hace sólo una semana? "A mí no me preocupa", asegura Corretja. "Lo fundamental es ganar la Copa Davis. Y si el G-4 cree que ésta es la mejor forma, yo lo acepto. Me centraré en el doble".

"Lo que nosotros buscamos por encima de todo es acabar hoy con 2-0 a nuestro favor", afirma Duarte; "no hemos buscado el factor sorpresa prescindiendo de Àlex. Pero se ha producido. Ellos no lo esperaban. Y, por otra parte, eso nos permite disponer de Àlex incluso más fresco si debe jugar alguno de los dos últimos partidos el domingo".

La final está ahí. Las decisiones están tomadas. La responsabilidad descansa ahora sobre los hombros de los jugadores. Y ellos la aceptan. "Los cuatro la compartimos. No pesa más por jugar el primero o el último. Hay que ganar, nada más", asegura Costa. Y Ferrero agrega: "No me importa que estemos 1-0 o 0-1. Saldré con la misma mentalidad ganadora. La responsabilidad no va a pesarme. Ya he jugado otros partidos importantes. Lo hice ante Kafelnikov en mi debú, ante Rusia, en Copa Davis. Y la presión no me afectó".

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