El profesor Anguita vuelve a clase
Primer día de clase con Julio Anguita. Los chavales de 12 y 13 años hacen balance. A las adolescentes les ha caído bien y les parece que se explica estupendamente. Entre los chicos, división de opiniones, desde los que lo ven más bien antipático hasta los que están contentos de tener a un profesor famoso. Miguel, repetidor de segundo de ESO, cuenta que Anguita le ha dicho: "Conmigo vas a aprobar".Pasó sin mucho revuelo el primer día lectivo del ex coordinador general de Izquierda Unida en el instituto de enseñanza secundaria Blas Infante de Córdoba, un centro de 900 alumnos en el que los dos próximos años impartirá historia y lengua a niños de primero y segundo de ESO. El alboroto lo puso la prensa, ya que el carácter seco de Anguita se encarga de cortar por lo sano cualquier folclor que pueda surgir acerca de su nuevo empleo.
Baste como ejemplo el disgusto que ayer tenía un alumno de cuarto de ESO. Pedro Camino tendió la mano a Anguita para saludarle y éste le contestó: "No se olvide usted de que soy el profesor". Tras su primer día de clase, este maestro, que vuelve a las aulas después de 20 años sin pisarlas, se limita a comentar: "Donde yo esté, intentaré que haya orden".
La novedad pasará pronto en el instituto, o así cabe esperar por la actitud de Anguita, que ayer hizo todo lo posible por evitar a los periodistas, a los que dijo que entraría a trabajar a las 8.45, pero se presentó a las 8.05, dejando a casi todos con un palmo de narices. A la salida estuvo arisco y se limitó a comentar que había dedicado sus clases a temas de demografía y de la Edad Media. Añadió que no le satisfacen mucho los libros de texto, por lo que ampliará la asignatura hablando a sus alumnos sobre "el reparto de riqueza" y "las desigualdades". Le preguntan: "¿Va usted a explicar a los alumnos desde el marxismo?". Anguita contesta: "No hay que ser marxista para descubrir que el mundo es injusto".
¿Y quienes están más atentos a sus explicaciones, los chavales o los diputados en el Congreso? "En el Congreso había personas a las que no les gustaba oír lo que decía", replicó. Harto ya de las cámaras y de los periodistas que hacían guardia, Anguita espetó: "¿Hemos terminado o tendremos que decir algo gordo?". Fin de la entrevista.
Con quienes sí se explayó fue con los estudiantes. O así parece por los comentarios de los escolares, ansiosos de relatar su experiencia. "Dice que nos hablará de más cosas que de las que ponen los libros; ha dicho que nos hablará de ETA, aunque eso más adelante porque es un tema más extenso", comentó una de las chicas que acababa de salir de clase. A su lado, un chaval explica que ha prometido hacer excursiones y que, al hablar de la Edad Media, ha puesto un ejemplo de su época como alcalde de Córdoba, cuando en las obras de construcción de un aparcamiento subterráneo se hallaron restos arqueológicos, lo que obligó a cubrirlo de arena y hacer encima un paseo peatonal.
La alumna Lydia López está entregada: "Es el mejor". A su lado, una compañera dice estar contenta porque "explica muy bien". Otras chicas tienen palabras elogiosas, mientras las escasas críticas vienen de los chicos, que se quejan más que nada de que no ha estado simpático. El propio Anguita lo reconoce: "Tengo un carácter seco y cortante, pero a veces puedo ser amable".
El ex alcalde de Córdoba ha preparado concienzudamente su vuelta a las aulas. En los últimos 20 días se ha reunido con padres y profesores y ha preparado el programa de sus asignaturas. Además de impartir sus clases, Anguita será el tutor de uno de los cursos de primero de ESO, en total 30 horas lectivas a la semana. Así será durante los dos próximos años, plazo en el que espera jubilarse anticipadamente. En este periodo quiere terminar su tesis doctoral.
Pero los que piensen que se han librado del Julio Anguita político están muy equivocados. "Pienso seguir en la primera línea de la política", advirtió el pasado jueves.
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