La Bolsa de Madrid cierra noviembre con la mayor pérdida acumulada desde 1990
La Bolsa española marcó ayer récords de pérdidas. Un accidentado noviembre, con una caída del 8,81% en la Bolsa de Madrid y del 11,08% en el índice Ibex 35 (la mayor desde agosto de 1998), ha dejado al mercado español con pérdidas acumuladas anuales del 12,04% en Madrid y del 20,85% en el Ibex. Se trata de la peor evolución desde la guerra del Golfo, en 1990. Los índices estadounidenses fueron por la misma senda. El Nasdaq cayó un 4,06%, y el Dow Jones se dejó el 2,02%, ante signos evidentes de que el enfriamiento económico en Estados Unidos es más fuerte de lo previsto.
Al refugio de lo seguro
Para encontrar un dato mensual tan negativo en el mercado español, hay que remontarse a agosto de 1998, cuando la Bolsa de Madrid bajó el 19,36% por la crisis financiera que en aquellos momentos llegaba a Latinoamérica. Pero este noviembre dibuja la peor evolución bursátil desde la guerra del Golfo. Ahora, muchos inversores creen que la posibilidad de otra crisis en Latinoamérica es, para las sociedades españolas, un problema añadido a los que depara la actual coyuntura.Además, las expectativas de enfriamiento económico en Estados Unidos también han alcanzado a la Unión Europea, en buena parte como consecuencia del encarecimiento del precio del barril de petróleo y de la debilidad del euro, dos factores que escapan al control de los inversores y que, por tanto, minan más su confianza. Al cierre de ayer, sólo la Bolsa de Milán ofrecía una ganancia del 10,63% en el conjunto del año. París perdía el 0,51%, Fráncfort el 8,42% y Londres el 11,37%.
En EE UU, el Nasdaq, el mercado de Nueva York que agrupa a las nuevas empresas tecnológicas, marca mínimos anuales casi a diario. Ha bajado un 36% desde que comenzó el año y casi un 50% desde que en marzo superó los 5.000 puntos. Ayer cayó otra vez, un 4,03%, acompañado por el Dow Jones, que perdió un 2,02%. Madrid se contagió, con una bajada del 2,33% y el Ibex 35 con un 2,77%, con lo que acumulan descensos del 8,81% y 11,08%, respectivamente, en noviembre, que se ha convertido en el peor mes de la última década. La mayor caída en noviembre fue la del Nuevo Mercado (un 27,75%).
En Estados Unidos, las causas inmediatas del desplome fueron los anuncios negativos de dos empresas, Gateway (ordenadores) y Altera (microprocesadores), que reconocieron que no podrían cumplir sus expectativas de beneficios en el cuarto trimestre. El pesimismo general, sin embargo, tenía causas más profundas. La disminución del crecimiento económico, que ha pasado del 5,6% al 2,4% anual en sólo un trimestre, afecta muy especialmente a los valores tecnológicos, muy dependientes de las expectativas de futuro.
La mayoría de esos valores tecnológicos muestran una mala relación entre coste y beneficios. Su atractivo, hasta ahora, radicaba en que la cotización no dejaba de subir. Bajo un juicio más tradicional, los inversores tienden a hacer lo que hicieron ayer: abandonar empresas que pueden sufrir en un entorno de bajo crecimiento, e incluso entrar en pérdidas, y refugiarse en las grandes acciones bancarias y farmacéuticas (Citigroup, American Express, Merck, Johnson & Johnson). Todas las empresas de informática sufrieron caídas, incluso las de mayor tamaño y beneficios: IBM, Microsoft, Hewlett-Packard, Intel y Dell se depreciaron sustancialmente.Algunos datos macroeconómicos conocidos ayer añadieron algunos tintes negativos al aterrizaje de la economía estadounidense. Las notificaciones de desempleo ascendieron a 358.000 la semana pasada, la mayor cantidad en más de dos años, lo que parece indicar que el enfriamiento empieza a notarse en el mercado de trabajo. Y el ahorro doméstico sigue marcando mínimos, con un porcentaje negativo del 0,8%. Los hogares ingresan menos (las rentas bajaron un 0,2% en octubre) y permanecen muy endeudados, lo que se refleja en el lento ritmo de ventas: los fabricantes de ordenadores, ropa y mobiliario prevén que la campaña navideña será mucho peor que la del año pasado.
