"Es el momento de lanzar otro gran proyecto de reforma"
Javier Torres Vela (1953) afirma que no aspira a ningún cargo orgánico en el próximo congreso socialista. Cree necesario que el PSOE lance un nuevo "mito programático" para 2004.Pregunta. ¿Qué espera del 9º Congreso Regional?
Respuesta. Este congreso se celebra en el contexto del 35º Congreso Federal, en el que se ha apostado por un cambio tanto en la estrategia como en las personas. En el federal era una necesidad porque, después del 12 de marzo, Aznar obtiene la mayoría absoluta y el PSOE, un mal resultado. En Andalucía, ese mismo día, ganamos las elecciones por sexta vez y mantenemos un apoyo sólido, pero aparecen síntomas que deberían llevarnos a reflexionar cómo acompasarnos al nuevo escenario.
P. ¿A qué síntomas se refiere?
R. A la corriente de cambio de personas o la percepción de que es necesario un revulsivo político e ideológico. La ponencia marco refleja esa situación al reconocer la contribución del PSOE en el cambio producido en la comunidad, pero en la que estamos perdiendo posiciones. También, en algunas partes de la ponencia se desprende una cierta autosatisfacción. Creo que la clave y el problema es encontrar una síntesis creativa entre esa cierta satisfacción por lo hecho y la necesidad de cambio que se percibe en el interior y en el exterior del partido.
P. Su partido suele hacer buenos diagnósticos y tratamientos menos acertados.
R. El problema es si el PSOE, desde el poder, es capaz de plantear un proyecto de cambio o si tenemos que perder las elecciones para hacerlo. La clave está en saber si somos capaces de que el PSOE sea la alternativa del PSOE, porque no tenemos en frente una alternativa muy clara. Mi posición es que debemos intentarlo ahora porque se dan las mejores condiciones: tenemos un liderazgo con un amplísimo respaldo, tanto interno como social, para pilotar esa transición ordenada. En el liderazgo de Chaves hay depositada una enorme confianza social y orgánica. Él tiene el impulso de los que dicen que esto va muy bien y de los que creen que estamos a tiempo de hacer algunos cambios que nos incorporen al proceso federal y que, además, lo hagamos desde el poder, sin tensiones. Hace 25 años, el PSOE lanzó un mito programático que aglutinó a una mayoría social muy potente. Ahora el asunto es: ¿seguimos administrando sólo el presente o lanzamos otro mito programático? Es el momento de lanzar otro gran proyecto de reforma.
P. ¿Eso requiere también un cambio de personas?
R. Sí. Creo que hay una pulsión de relevo generacional importante al que hay que darle respuesta. En los últimos 12 años ha ido apareciendo una generación política, que se sitúa en torno a los 40, que ha desarrollado su tarea en los ayuntamientos, en los parlamentos y que tiene experiencia, ha interiorizado una cultura del partido y que viene reclamando su tiempo. Quizás sea el momento de decirles: coged las riendas. Ahora bien, la componente generacional no es la única variable del cambio.
P. ¿Por qué Chaves plantea que este congreso no está en clave de sucesión?
R. El único que puede dar una respuesta es él. El congreso federal ha salido mucho en clave de cambio generacional. Chaves ha ganado por cuarta vez las elecciones y puede que alguien esté pensando en esa cuestión y él ha querido atajarla. La sucesión de un liderazgo sólo se abre porque pierdas las elecciones o porque el líder lo decida. En este momento, estas posibilidades no se dan. Chaves ha ganado las elecciones hace siete meses, es el líder del partido con mayor depósito de confianza interno y más apoyo social y tiene el mandato de llevar el buque hasta 2004. Si en 2004 quiere ser candidato, lo será con el apoyo muy mayoritario de la organización.
P. ¿Y si no lo quiere ser?
R. Pues será el momento en que él abrirá la sucesión y el partido tiene establecidas las elecciones primarias para resolver ese problema. Estoy de acuerdo con Chaves cuando dice que éste no es el congreso de sucesión si entendemos el congreso de la sucesión como el que ha hecho CiU.
P. ¿Por qué decide no participar en la ponencia marco?
R. Eso no es relevante, pero vengo diciendo desde hace tiempo que hay mecanismos muy defectuosos en los procesos de toma de decisión internas. Lo dije en el proceso de mi designación como presidente del Parlamento, cuando se designaron los senadores por la comunidad y en la elección de los miembros de Andalucía en el comité federal. Y lo dice una persona que no tiene ninguna queja y pertenece al núcleo de decisiones, pero en muchas de esas ocasiones he sentido la sensación de que éstas se tomaban no se bien dónde ni por qué y que luego se llevaban a ratificación.
P. Se dice que ambiciona suceder a Chaves.
R. En eso hay dos tipos de impulsos: uno de gente que me aprecia a la que agradezco ese depósito de confianza. Otros tienen intenciones más aviesas. Tengo mi ambición de ser absolutamente saciada, la que me queda es la de hacer. Mi partido ha invertido mucho en mí y debo ayudar a que las cosas vayan bien, pero no estoy en ninguna carrera sucesoria.
P. ¿Aspira a la vicesecretaría?
R. Me parece una barbaridad, porque yo sí creo en las incompatibilidades funcionales. El presidente del Parlamento no puede ser vicesecretario general o dicho de otra manera: el vicesecretario del PSOE no puede ser presidente del Parlamento porque no puede tener un puesto de responsabilidad orgánica que, cuando un partido gobierna, debe ser el de referente máximo de mi partido. Se puede tener espacio político sin tener que estar en todos los sitios. Yo soy presidente del Parlamento y nunca he pasado de ser vocal de la ejecutiva y el secretario general conoce perfectamente mi disponibilidad a no estar en la próxima dirección. No entro al congreso con ninguna aspiración orgánica.
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