THE NEW YORK TIMES Una llamada a la paciencia
Con unas opciones legales cada vez más estrechas y las agresivas maniobras de George W. Bush para reivindicar la presidencia, lo que el vicepresidente Al Gore pidió al pueblo de EE UU en su discurso de la pasada noche fue que le diera tiempo para poner en duda el recuento oficial de votos en Florida. Como cuestión de derecho y de justicia, merece ese derecho. Sea o no capaz de invertir los resultados oficiales en Florida, el mejor interés de la nación es el de que se cuenten todos los votos que se emitieron en ese Estado y que el ganador acceda a la Casa Blanca con una victoria tan definitiva como sea posible en estas difíciles circunstancias. (...) El recuento total de votos en Florida certificado por la secretaria de Estado Katherine Harris, partidaria de Bush, es obviamente incompleto. El estrecho margen de victoria de Bush (tan sólo 537 votos sobre un total de seis millones) excluyó una ventaja neta de 215 votos a favor de Gore en el recuento manual del condado de Palm Beach. (...)De acuerdo con las leyes de Florida, Gore tiene el derecho a recurrir contra los resultados certificados. Según la ley, si sus abogados pueden demostrar que los funcionarios del Estado rechazaron un número de votos legales "suficiente para cambiar o poner en duda el resultado de la elección", los tribunales pueden intervenir. (...)
Las cuestiones centrales planteadas por la disputa electoral están ya en vías de una resolución definitiva en los tribunales de Florida y en el Tribunal Supremo de EE UU. Como ciudadano y como candidato, Gore tiene derecho a defender su caso. El país y la presidencia serán más fuertes de ese modo.
Nueva York, 28 de noviembre
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