Las gasolineras tendrán surtidores con aditivos para los coches de 'súper'

Los usuarios de automóviles que utilicen gasolina súper y no se vayan acoger al nuevo plan anunciado por el Gobierno para su sustitución no tendrán que preocuparse por el abastecimiento de combustible. La Administración negocia con las petroleras la instalación de surtidores especiales en un determinado número de estaciones de servicio que dispondrán de gasolina sin plomo mezclada ya con un aditivo, que permite la circulación de este tipo de vehículos sin afectar al buen funcionamiento del motor. Desde que la Unión Europea fijó la fecha del 1 de enero de 2002 como plazo máximo para la prohibición de la comercialización de gasolina súper, el Gobierno barajaba diversas alternativas para no dejar inmovilizados a los automóviles que aún utilizan este tipo de combustible, y cuya cifra ronda los dos millones.

La primera de esas opciones, la instalación de un catalizador para que el motor pudiera usar gasolina sin plomo, se deshechó casi inmediatamente debido a su alto coste -entre 80.000 y 100.000 pesetas- en relación a la baja cotización de estos vehículos con más de diez años de antigüedad, en casi todos los casos.

Esa dificultad les hizo optar por la utilización de un aditivo homologado (potasio, manganeso sodio, etcétera) que reemplaza al plomo, aportando sus características como lubricante sin daño para el motor.

Ahora bien, dentro de esta solución cabía también la posibilidad de comercializar por separado el aditivo y que fueran los propios automovilistas los que realizasen la mezcla.

No obstante, el elevado númemero de turismos que aún utilizan gasolina súper ha aconsejado la implantación de surtidores, aunque se tratará de una medida temporal, cuya vigencia dependerá del ritmo de renovación del parque automovilístico, según fuentes del Ministerio de Economía.

La Administración confía en que el nuevo plan, que subvenciona con 120.000 pesetas la sustitución del vehículo a la compra de uno nuevo que utilice gasolina con plomo, acelere la desaparición de turismos que aún utilizan súper, aunque es consciente de que el número de éstos será aún muy elevado.

En cuanto a los vehículos históricos y de colección no tendrán más remedio que utilizar el aditivo para poder seguir circulando.