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Entrevista:JOAQUÍN SABINA - Cantante

"Las peluqueras son mi ideal erótico"

Pregunta. Leyendo lo publicado sobre usted temí que me salieran las preguntas llenas de caos, humo de tabaco, prostitutas, amiguetes y botellas.Respuesta. Estoy muy retirado, ¿eh? Francamente.

P. También me salían las preguntas llenas de versos.

R. Es de lo que no estoy retirado, de las canciones, y es la razón por la que supongo que está usted aquí.

P. Tiene por ahí oculto un libro de poemas.

R. Saldrá dentro de un mes. Se llama Ciento volando y son cien sonetos. Sonetos al clásico modo.

P. Infancia de colegio salesiano y rosario diario. ¡Qué desperdicio!

R. Bueno, sirve para sacar versos de ahí, y a lo mejor para que tenga unas vírgenes en mi casa.

P. Y decenas de angelotes. ¿Todo culpa de los salesianos?

Perfil

Tiene 51 años y dos hijas, y es difícil que se levante antes de la caída del sol. Dice que lleva más de dos años retirado de los bares,y que se hizo vate de Madrid porque esta ciudad "no le pide carné de identidad a nadie". Le gustan "los amigos, el billar, los toros, todo tipo de letra impresa y pasar la noche, hasta la madrugada, perdiendo el tiempo gloriosamente en una charla divertida".

R. Pues supongo que sí, porque si yo hubiera tenido una adolescencia librepensadora o laica, no tendría ese tipo de obsesiones, como las ha tenido tanta gente, de Buñuel a Fellini.

P. ¿Algo nuevo en este nuevo disco, Nos sobran los motivos?

R. Hay una canción completamente nueva. Es un disco doble, uno acústico y otro eléctrico, grabado en directo, en los conciertos de este año.

P. ¿Sigue políticamente incorrecto?

R. Es una honra, porque lo políticamente correcto es primero muy anodino, luego muy cabrón y luego muy vomitivo.

P. La biografía que le han hecho se llama Perdonen la tristeza. ¿Es un tipo especialmente melancólico?

R. Soy un defensor muy militante de la risa. Pero en las canciones, sí, me sale una vena amarga, melancólica. Creo que las canciones más hermosas son las tristes, mías y de cualquiera.

P. ¿El patio está para reírse?

R. Sí. Cuando el patio está peor es cuando más debe uno reírse, empezando por uno mismo. En las guerras la gente se ríe mucho y no va al psiquiatra.

P. Dedicó una canción a Cristina Onassis y ninguna a las Koplowitz.

R. Es verdad. Es que Cristina se murió. Y, además, las Koplowitz no tienen el talento que tuvo ella para regalarme el primer verso: "Era tan pobre que no tenía más que dinero". Lo dijo en una entrevista. Pensé que no se podía escribir mejor.

P. ¿Es usted su personaje favorito?

R. No. Sí es verdad que es lo que tengo más cerca. Tengo poca imaginación para contar historias que no tengan algo que ver conmigo.

P. Dijo: "No pagaría una entrada para verme actuar". ¿Y si se la regalaran?

R. Si me la regalaran, hasta hace dos años o tres, tampoco. Ahora, sí. Ahora la pagaría. Por eso hemos grabado los últimos conciertos en directo, y los hemos disfrutado una barbaridad.

P. ¿Sigue su racha de que le abandonen las mujeres?

R. Ellas tienen una racha de abandonarme. Yo no quiero que me abandonen. [Risas]. Ahora tengo una novia, que no me ha abandonado, pero creo que tiene planes.

P. ¿Las de la derecha le inspiran más?

R. No. Ahora, con el desarrollo económico, las que van detrás de un hortera de cuero negro en las motos de los barrios son guapísimas, y las peluqueras mal teñidas han sido siempre mi ideal erótico. Las de la derecha son demasiado encanalladas de fin de semana y decentes el resto.

P. Le sigue yendo la marcha antiinstitucional.

R. Yo he empezado a creer que la izquierda sólo puede estar en la oposición, porque cuando está en el poder se transforma en derecha. Así que creo que habrá que votar todo el tiempo a la oposición, sea cual sea.

P. "Tengo alma de peluquera de día y puta de noche". Peinará poco, dadas las horas a las que se levanta.

R. Lo de peluquera era porque creo que a las canciones no les viene bien tener un lado cursi y sentimental. Y realmente tengo alma de puta de noche. Eso no quiere decir que ejerza, porque no hay dios que me pague por un polvo.

P. Su amiga Sara Montiel publica sus memorias y dice que se cepilló a Severo Ochoa.

R. Me parece un asunto severo [Risas]. Yo, de Sara Montiel me creo todo, y, desde luego, si se lo cepilló, ¡Ole por don Severo!

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