Djordjevic lanza al Madrid

El papel protagonista era de Raúl López, pero apareció una estrella invitada que le robó los focos. El joven base, ahora en el Madrid previo pago de 350 millones, se enfrentaba por primera vez al equipo que le vio nacer, el Joventut. Todas las miradas estaban puestas en él, todos querían saber cómo respondería a la carga anímica de la cita, pero el partido fue por otro lado. Por el lado de Djordjevic, incapaz de pasar inadvertido, y menos en su vuelta a las pistas tras mes y medio de lesión. Scariolo racionó los minutos del yugoslavo, que no está en plenitud de condiciones, pero el balcánico se las arregló para convertir en decisiva su presencia en pista. Él tiene la respuesta al interrogante que envolvía a su equipo.Algo en el Madrid no acababa de funcionar. Que si las lesiones, que si la ausencia de los comunitarios B hasta hace dos días, que si el cambio de sistemas... Nada preocupante, porque el equipo dispone de tantos recursos que sin explotarlos al máximo puede salir adelante, pero la reciente racha de derrotas (rota el domingo pasado en Gijón) hizo más patente que algo, no se sabía muy bien qué, impedía al Madrid apretar a fondo el acelerador. Djordjevic se encargó ayer de arrojar luz sobre el enigma. Él es la pieza maestra que hace mejorar al Madrid. Alberto Angulo, máximo anotador ayer con 21 puntos después de unos encuentros desaparecido, y Milic, que se lució con un par de mates espectaculares y una asistencia magistral, dieron buena muestra de ello.

Djordjevic le dio ese extra de potencia que le faltaba a un Madrid en el que todas las piezas empiezan a encajar. El caso es que Djordjevic apareció al principio del segundo cuarto, cuando el Joventut ganaba por dos, y diez minutos después era el Madrid el que ganaba por ocho. Casualidades o no, entre uno y otro parcial la diferencia eran los 10 puntos (dos triples incluidos) que anotó el base, responsable de que el Madrid se fuese al descanso con ocho de ventaja. A partir de ahí, a los blancos les bastó con administrar la ventaja ante un Joventut que pagó su falta de banquillo y la rapidez de Rimac en acumular personales.

El croata salió lanzado, anotó seis de los ocho primeros puntos de su equipo, pero enseguida acumuló tres faltas. Su paso al banquillo fue inmediato, y no volvió a la pista hasta después del descanso, cuando el partido ya estaba decidido. El Joventut, sin uno de sus aleros, se metió bajo los aros; y el Madrid, con Struelens jugando con su selección, se salió de la pintura y jugó casi todo el partido con sólo un pívot nato. Las consecuencias fueron lógicas: el Madrid cedió en el rebote (30 por 35 a favor del Joventut), pero ganó en el tiro, especialmente en el de tres (7 de 17 por 4 de 23). Pero, por encima de todo, se sintió grande por Djordjevic, que ha vuelto.

En otros partidos disputados ayer, el Caja San Fernando derrotó al Gijón (78-73), el Cantabria Lobos al Cáceres (82-69) y el Fórum al Canarias (58-81).