_
_
_
_
_
LAS CLAVES DE LA SEMANA

Un consejero desconcertante

El titular de Cultura, Manuel Tarancón, ha conseguido desconcertar, por no decir decepcionar, a cuantos confiábamos en su apuesta decidida por la cultura. De su política se desprende que no tiene las ideas claras o que gusta de escatimar con una mano lo que ofrece con la otra. Primer ejemplo de lo dicho: ampara la Bienal de Valencia, con plausible y selecto concurso internacional, y otorga tan sólo 30 millones para tan singular evento. Puta misèria, que diría Ferran Torrent. Segundo: concede galardones -justamente otorgados- a unas editoriales valencianas de cariz progresista y ni siquiera comparece para entregarlos, después de hacer lo posible para que el acto fuese poco menos que clandestino. Tercero: tiene a su cargo la restauración de nuestro patrimonio artístico y no hace otra cosa que recortar año tras año el presupuesto de este capítulo, hasta el día en que se le venga abajo la torre de Santa Catalina o un alcalde indignado lo corra a gorrazos por los compromisos incumplidos. Y no acaba aquí la serie, sino el espacio que tenemos disponible para registrarla. Pero seguiremos hasta saber a qué carta apuesta este liberal tan ambigüo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_