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El testamento de Lluch

No hará falta, imagino, que exprese el dolor y la rabia con que acogí la noticia del asesinato del amigo Ernest Lluch. Amigo desde hace muchos años y, recientemente, compañero de esta página en domingos alternos. Donde por cierto habíamos empezado un diálogo sobre la revisión crítica de Nosaltres els valencians, de Fuster. Ya no podrá continuar. Pero hay otro diálogo más importante. Pienso que Ernest nos ha dejado, como testamento político, esa palabra: diálogo. Al final de la gran manifestación celebrada en Barcelona el pasado jueves, en homenaje a Lluch, Gemma Nierga pronunció unas palabras en catalán que terminaron con otras en castellano que contenían una afirmación y un ruego: "Estoy segura de que Ernest Lluch, hasta con la persona que le disparó, hubiese intentado dialogar". Y a continuación, el ruego: "Ustedes que pueden, dialoguen". Ruego que iba dirigido a la plana mayor de los políticos allí presentes.Estas palabras de Gemma Nierga resumen lo que yo llamaría el testamento de Ernest Lluch. Y estoy seguro de que Ernest las hubiese suscrito. Porque ese ha sido su pensamiento respecto al problema que se vive en Euskadi. Frente a la estupidez patológica en que viven inmersos tanto el PP como el Gobierno español, capitaneados por su jefe, el señor Aznar, que les lleva a demonizar, descalificar -insultar, incluso- al nacionalismo democrático vasco que representan el PNV y EA, llegando a equipararlo con ETA, Lluch, conocedor de Euskadi, amante de su pueblo y preocupado por su situación, hablaba de la necesidad de entendimientos, ¡de diálogo!, para encontrar vías de solución. Y criticaba a quienes, como el PP, habían elegido la política de la crispación.

Pero es que Ernest Lluch, además de pedir diálogo, ofrecía vías de posibles soluciones. Como, también, Miguel Herrero de Miñón. Lluch y Herrero de Miñón han sido los dos políticos, además de intelectuales prestigiosos, que con más interés y acierto se han acercado a dictaminar sobre Euskadi. Lluch desde la izquierda y Herrero de Miñón desde la derecha. Pero sus razonamientos, sus propuestas racionales, dentro del marco constitucional, han sido despreciadas por la derecha más reaccionaria que podría imaginarse. Ni el uno ni el otro se movían por motivos partidistas. Sólo se dedicaban a razonar utilizando sus conocimientos. Existe un libro de Lluch titulado Derechos históricos y constitucionalismo útil, que no conozco todavía, y existe un trabajo de Herrero de Miñón, que me entregó en un reciente almuerzo titulado Qué son y para qué sirven los Derechos Históricos. Allí se pueden leer soluciones basadas en la Disposición Adicional Primera de la Constitución.

Perdóneme el lector. Llegado a este punto de la columna, que estoy escribiendo mientras escucho la Linterna de la COPE, no puedo más que dejar constancia de lo que estoy oyendo por la emisora de los obispos. Refiriéndose a las palabras de Nierga, el cantamañanas de Federico J. Losantos se despacha con este exabrupto dirigido a Gemma: "Esta tipa no se ha visto nunca ante un terrorista". Por lo visto pertenecerá al grupo de los "giliprogres", dice otro tertuliano. No tengo espacio para continuar poniendo ejemplos. Es vergonzoso que en la cadena de la Conferencia Episcopal se insulte a diestro y siniestro. Cada vez entiendo más la dimisión del obispo Sanus. ¡Vaya tropa! Los de la Conferencia y sus periodistas millonarios. ¡Vaya pastorales! ¡Qué asco!

fburguera@inves.es

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