_
_
_
_
Entrevista:VLADÍMIR GUSINSKI -PRESIDENTE DE MEDIA MOST

"La fiscalía es la porra con la que Putin golpea al enemigo"

A sus 48 años, Vladímir Gusinski, cabeza del principal grupo de comunicación privado de Rusia, Media Most, se ha convertido en un proscrito acusado de estafa, aunque son clamorosos los indicios de que tras sus problemas hay un trasfondo político. "La fiscalía general", dice él, "es la porra de Putin" con la que el presidente, que le ha convertido "en el enemigo público número uno", golpea a sus enemigos. En el corazón del embrollo está el futuro del grupo Most y, muy especialmente, de la cadena de televisión NTV, de alcance nacional y crítica con el Kremlin. Si la NTV cae bajo el control de Putin, quedará tocado de muerte el pluralismo informativo en Rusia. Un reciente acuerdo de Gusinski con Gazprom, el monopolio del gas, en el que el Estado tiene un peso determinante, convierte en más probable la concreción de esta amenaza.

Gusinski, que ya fue encarcelado tres días en junio, se considera víctima de una persecución política. Pero su vulnerabilidad depende de un hecho muy concreto: que no paga sus deudas con Gazprom. Desde Londres, ha hablado con EL PAÍS.

Pregunta. ¿Volverá a Rusia?

Respuesta. No pasa un día sin que piense hacerlo.

P. ¿Mejorará el acuerdo con Gazprom su situación procesal?

R. No sé, porque en mi relación con la fiscalía no hay otros problemas que los políticos. Las acusaciones son absurdas.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

P. ¿Teme que se dicte una orden de detención contra usted a través de Interpol?

R. Confío en que Interpol no se convierta en instrumento del poder ruso. Según el convenio europeo de extradición, no se puede entregar a los perseguidos por motivos políticos o religiosos.

P. Pero a usted le acusan de estafa.

R. Igual podrían decir que cada mañana bebo la sangre de recién nacidos cristianos. Estoy dispuesto a buscar justicia incluso ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos.P. ¿Dónde y cómo vive ahora? ¿Residirá de forma permanente en España?

R. Como siempre, vivo en un avión, por así decir, a causa de mis negocios en Europa, Israel y EE UU. En ningún país estoy más de seis meses al año. Por eso no soy residente fiscal en Rusia. Pero mi familia hace tiempo que vive en España. Mi mujer y mis hijos hablan su idioma. Y España es, sin duda, mi segunda casa.

P. ¿Con qué visado viaja a España?

R. Con uno corriente de Schengen, obtenido como ciudadano en cualquiera de las embajadas en la UE. Si no tengo tiempo para obtenerlo, uso mi pasaporte israelí. Tengo doble nacionalidad: rusa e israelí.

P. ¿Es cierto que Putin entregó en junio a Aznar documentos que le comprometían a usted?

R. He oído los rumores, pero no puedo preguntarle a Putin, porque no creo que respondiese sinceramente, y no conozco al presidente Aznar. En cualquier caso, no puede haber documentos que impidan mi estancia en España, un país en el que, por cierto, siempre encuentro una buena actitud hacia mí.

P. ¿Está satisfecho del nuevo acuerdo con Gazprom? ¿Se cumplirá esta vez?

R. Se cumplirá. Y, teniendo en cuenta la presión a la que estoy sometido, es aceptable, aunque un poco más favorable a Gazprom que el de julio. Aquello fue un trato entre un rehén y sus secuestradores.

P. El conflicto no es sólo político. Usted no paga sus deudas.

R. Siempre admití que me presionaban políticamente con instrumentos económicos. Para ninguna empresa es fácil encontrar rápidamente más de 200 millones de dólares , sobre todo si el acreedor mismo no quiere que le paguen y obstaculiza la búsqueda de otro inversor. Además, el Estado hizo imposible conseguir créditos en Rusia, porque Putin me declaró enemigo público número uno. Hubo banqueros y empresarios que me dijeron: "Te daría un crédito con mucho gusto, pero me echarían del trabajo, o me enviarían a la policía de impuestos". También se intentó que no hallásemos inversores extranjeros. Pero, aunque hubiésemos pagado, las acciones de fuerza iniciadas en mayo no se habrían detenido. El Kremlin quiere controlar políticamente los medios de Most.

P. ¿Descarta pagar en julio de 2000 el resto de la deuda ?

R. No. Incluso puede que se devuelva antes de plazo.

P. ¿Por qué confía en un futuro "inversor estratégico" extranjero?

R. Comprendo que cualquier inversor extranjero importante que desee hacer negocios con Rusia no quiera pelear con el poder, pero también debe defender su buena reputación, lo que no ocurriría si cambiase la línea política de Media Most y se apoyase al Kremlin. Además, eso mataría económicamente al grupo, cuyo peso es consecuencia de su independencia.

P. ¿Cómo se tomarán las decisiones cuando haya tres socios, de los cuales Gazprom sería el más importante?

R. Habrá tres grupos, y cada uno de ellos tendrá, por así decirlo, un control negativo. El acuerdo de dos dará la posibilidad real de tomar decisiones clave. Estoy seguro de que será posible neutralizar los intentos del Estado de influir en la línea periodística a través de Gazprom.

P. ¿Quién controla ahora mismo en realidad la NTV y los otros medios de Most: usted, Gazprom o Putin?

R. No entiendo qué quiere decir con "en realidad". Media Most controla las empresas del grupo. En cuanto a la NTV, tras el último acuerdo, Media Most tiene el 49,5%, Gazprom el 46% y, desde hace un año, un importante inversor extranjero tiene el 4,5%. Ningún accionista controla hoy la cadena. Tuvimos que hacer esa concesión bajo presión, pero se conserva la independencia periodística.

P. ¿Actúa Gazprom al dictado del Kremlin?

R. El paquete de control de Gazprom pertenece prácticamente al Estado y se utilizó para presionarnos. Pero quiero subrayar que, durante muchos años, la empresa gasística fue accionista de Most sin que hubiese problemas. La jefatura de Gazprom pudo resistir entonces, pero la capacidad de resistencia tiene un límite.

P. ¿Y es la fiscalía general lo mismo que el Kremlin?

R. Usted mismo puede verlo. En nuestro caso, y en otros muchos, la fiscalía es la porra de Putin, un instrumento del poder.

P. ¿Cambiará la línea informativa de la NTV?

R. Si la NTV cambia de línea, ya no será la NTV . Hace tiempo que sus periodistas trabajan bajo presión, pero aún tienen fuerzas para bromear. Me dicen: "Nosotros trabajamos mientras usted está en la cárcel". Así son las cosas: mi misión es darles trabajo, y el suyo hacerlo honestamente, sin dejarse influir por el poder.

P. ¿Cuánto aguantará Yevgueni Kiseliov al frente de la cadena?

R. El tiempo que tarde el Estado en controlarla. Su reciente citación a declarar, al igual que otros informadores de la NTV, es una presión psicológica. El periodismo es una profesión difícil y peligrosa, especialmente en Rusia.

P. ¿Seguirá Putin mucho tiempo como personaje de Kukli ?

R. Habría que preguntárselo a su creador, Shenderovich. Yo no me meto en las emisiones, pero sé que es capaz de aguantar. Cuando salí de prisión en junio, me dijo: "Tal vez sea culpa mía, y si hago algo que no les guste te vuelven a encarcelar". Le respondí que, si cancelaba Kukli e Itogó, sátira a veces más cruel, significaría que hicieron bien al meterme en una celda, y lo volverían a hacer.

P. ¿Se ha convertido usted en la única oposición real a Putin?

R. Si los medios de información se convierten en oposición, se desvirtúan. Vea la triste experiencia de 1996, cuando apoyaron a Yeltsin contra los comunistas. Como resultado, el poder creyó que podía utilizarlos para conseguir más poder. Debemos limitarnos a informar honestamente.

P. ¿Actúa Putin según el principio de que "quien no está conmigo está contra mí"?

R. Se nota que conoce usted bien las tradiciones rusas.

P. ¿En qué se parecen su caso y el de Borís Berezovski ?

R. Nuestras relaciones son antiguas y poco agradables. No hay que meter todo en el mismo saco. Yo no me dedico a la política. Él sí. Pero la actitud del poder hacia ambos es similar: aplicar el mecanismo de la porra.

P. ¿Coordina su estrategia con él?

R. Hablamos alguna vez, pero no tenemos nada que coordinar.

P. ¿Existe aún libertad de prensa en Rusia?

R. Sí. Y seguirá existiendo mientras haya medios y periodistas independientes del poder, pero van quedando pocos.

P. ¿Cómo ve la posición de los periodistas?

R. Hay tres grupos. El primero sirve ciegamente al poder, y a gusto. Una subdivisión es la de quienes lo hacen sólo por dinero. El segundo grupo es el de quienes temen oponerse al poder. No se lo reprocho. Ya dije antes que cada cual tiene su límite de resistencia. Y el tercero, el más pequeño, es el de quienes se han dado cuenta de su responsabilidad social.

P. ¿Hay una ofensiva de Putin contra los oligarcas?

R. Yo no soy un oligarca. Nunca he participado en privatizaciones, ni tengo sus recursos. En cuanto a si hay una guerra contra ellos, mire dónde están y tendrá la respuesta. Putin actúa de cara a la galería.

P. ¿Hacia dónde va Rusia con Putin?

R. No soy adivino, pero la dirección no es correcta. No creo que sea posible restaurar un régimen comunista, pero sí nacionalista.

P. ¿Quién manda hoy en Rusia?

R. Putin y su equipo, procedente de San Petersburgo, los servicios secretos y las Fuerzas Armadas. También Voloshin y los oligarcas. Los reales, no los inventados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_