El Festival de Cine Independiente recupera un filme 'maldito' y paródico sobre los años setenta

Los grupos españoles de pop que imitaban a Los Beatles, la minifalda y los romances entre suecas y españoles son algunos tópicos de los años setenta que parodia el cineasta Ramón Masats en su película Topical Spanish, una película realizada en 1970, que ha recuperado ahora el Festival Independiente de Barcelona, L'Alternativa, que se celebra en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB). La sección Los Olvidados, que cada año recupera a "un autor injustamente olvidado", se ha centrado este año en Masats, con quien se cierra un ciclo iniciado hace dos años para rendir homenaje a destacados directores de la llamada Escuela de Barcelona como Josep Lluís Font y Vicenç Lluch.

Aunque Masats reconoció ayer que "tuvo muy poco contacto" con los representantes de esta corriente cinematográfica de los años setenta, los organizadores del ciclo han querido mostrar Topical Spanish por sus similitudes con El certificado (1968), de Vicenç Lluch, y Vida de familia (1963), de Josep Lluís Font. "Los tres fueron cineastas francotiradores que incorporaron aires de modernidad a unos géneros arraigados y que se vieron abocados al fracaso comercial por culpa de la miopía de la industria cinematográfica del país", ha aclarado el responsable del ciclo, Josetxo Cerdán.

El humorista Chumi Chúmez firma junto a Masats el guión de esta película que protagonizan Los Iberos, un grupo de pop puntero en la España de finales de los sesenta, que cantaban en inglés y seguían el modelo de los Beatles. "Vivimos en un país con importantes valores culturales y sólo nos interesa copiar lo que se hace fuera", comentó ayer el cineasta, que utilizó a Los Iberos para ironizar sobre esta tendencia, y lo hizo "sin que ellos se dieran cuenta".

La llegada de la música anglosajona y su choque con la España de pandereta es uno de los temas sobre los que Masats pretendía ironizar en este filme, aunque únicamente lo consiguió parcialmente porque, como reconoció el realizador, la película sólo alcanzó "el 30% de sus objetivos". El otro 70% acabó siendo "una sarta de tonterías" debido a los obstáculos que tuvo que sortear Masats durante "un rodaje desastroso" con "un jefe de producción nefasto". Los problemas persiguieron a Masats, que acabó desentendiéndose de la película cuando comprobó que los productores sólo pretendían exhibir el filme durante unos pocos días para poder cobrar la subvención y retirarlo rápidamente de la cartelera. "Fue una experiencia tan horrible que no he vuelto a hacer ningún largometraje", dijo Masats, que ha preferido centrarse en la fotografía y el documental, terrenos en los que ha desarrollado una fructífera carrera.