AVE, MAYA PLISÉTSKAYA
No todos los días (ni todos los años) hay ocasión de ver a Maya Plisétskaya sobre un escenario. Pero ayer no era un día cualquiera, ya que la bailarina rusa cumplía 75 años y, con ese motivo, se le rindió un majestuoso homenaje en el teatro Bolshói de Moscú. El regalo del coreógrafo Maurice Béjart fue un montaje especial, basado en música de Bach y Gounod, al que bautizó como Ave, Maya, y en el que participaba la Plisétskaya, a la que millones de aficionados a la danza elevaron hace tiempo al mismo altar que a Isadora Duncan o Ana Pavlova. A sugerencia de Béjart, Maya tenía previsto bailar con un vestido de calle "normal y corriente", lo que para ella significa que lleva la firma del modisto francés Pierre Cardin. La diva intervenía también en un fragmento del ballet Isadora y en una coreografía inspirada en la Obertura 1812 de Chaikovski. En el homenaje participaron estrellas internacionales de la danza, entre ellas el español Ígor Yebra, muy conocido ya del público ruso y que hace un par de años bailó en el Kremlin un inolvidable Don Quijote. En la rueda de prensa previa al homenaje, Maya, casada con el compositor Rodión Shedrín, recordó a su amiga Alexandra Borísovna, a la que conoció un día ya muy lejano a la puerta del Bolshói y que, durante décadas, cuidó su casa de la calle Tverskaya, algo así como la Gran Vía de Moscú. Camino del piso de la bailarina le sorprendió precisamente la muerte el pasado agosto, al estallar una bomba en el paso subterráneo de la cercana plaza de Pushkin. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, acudió al concierto-homenaje para felicitarla personalmente y obsequiarla con 75 rosas.-
