Francia alcanza un crecimiento récord del empleo y la inversión
Falta de mano de obra
El empleo continúa creciendo en Francia a un ritmo que no se conocía desde los años setenta. Según datos oficiales difundidos ayer, en el tercer trimestre se han creado 118.600 puestos de trabajo, prácticamente los mismos que en el segundo trimestre (121.500), lo cual eleva a 491.800 el número de empleos nuevos creados en un año. La tasa de aumento del empleo en Francia es ahora del 3,5% anual, superior, incluso, a la del producto interior bruto (PIB), que se aproxima al 3,4%.En datos referidos al periodo de septiembre de 1999 a septiembre de 2000, el sector terciario se configura como el motor más potente del trabajo. Los empleos en los servicios y la construcción registraron en ese tiempo tasas de aumento del 4,4% y del 4,2%, respectivamente. El crecimiento en la industria alcanzó el 1,3%.
La inversión de las empresas también continúa a buen ritmo: 11% de progreso en lo que va de año, una buena media respecto a la de los años noventa, aunque el clima observado al final de ese tercer trimestre ha cambiado al endurecerse un poco las condiciones financieras. Las previsiones de inversión todavía son altas en el sector del automóvil (un 19% más para 2001) mientras que comienza a acusarse el pesimismo en el sector agroalimentario.
Los analistas interpretan estos datos como la confirmación de que la dinámica de los dos últimos años no se ha roto, pese a la aparición de tensiones.
Se ha abierto el debate, sin embargo, sobre las dificultades de reclutamiento de personal cualificado o estrangulamientos de producción en algunos sectores, causados por el fuerte ritmo de crecimiento económico. A principios de esta semana, la Medef (la mayor organización patronal francesa) presionó al Gobierno socialista para que aplace la aplicación de la jornada laboral de 35 horas semanales a las pequeñas y medianas empresas de menos de 21 trabajadores, que debe entrar en vigor el 1 de enero de 2001.El principal argumento de la organización patronal reside en que la jornada reducida está provocando una "penuria de mano de obra". El Ministerio del Empleo replica que los sectores donde menos se han aplicado las 35 horas, desde la informática a la hostelería, son los que más dificultades dicen tener para reclutar suficientes trabajadores. Elisabeth Guigou, sucesora de Martine Aubry en esa cartera clave en el Gobierno de Jospin, ha mostrado su voluntad de rebajar las tensiones que enfrentan al Ejecutivo con la patronal, pero niega que pueda hablarse de penuria de mano de obra en un país que todavía cuenta oficialmente con dos millones de trabajadores en paro.
La patronal insiste: hay cuellos de botella en numerosos sectores por "la imposibilidad" de contar con trabajadores cualificados y "la reducción del volumen de horas de trabajo disponibles desde la entrada en vigor de la ley sobre las 35 horas acentúa fuertemente esos fenómenos".
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