Francia tiene 900.000 puestos de trabajo sin cubrir, según la patronal
La mitad de las empresas francesas sufre penuria de mano de obra y esto afecta prácticamente a todos los sectores de la economía, según una encuesta realizada por la mayor organización patronal francesa, Medef. Según sus datos, 900.000 ofertas de empleo se encuentran actualmente insatisfechas. La patronal usa este argumento para reclamar que la jornada laboral de 35 horas semanales, considerada como "una amenaza para el crecimiento y el poder de compra", no se aplique en las pequeñas y medianas empresas.
Extranjeros
Entre las razones de esta penuria, la Medef cita la falta de candidatos para los oficios considerados más penosos, la expansión de nuevos oficios, la ausencia de movilidad de los trabajadores o los problemas derivados del sistema de formación. Que haya esa oferta de empleo insatisfecha no impide una tasa de paro oficialmente situada aún en el 9,5% de la población activa.La Medef -que anunció su salida de la Unión de Cajas Nacionales de la Seguridad Social precisamente por la cuestión de las 35 horas en este sector- acepta que la normativa laboral no es el único factor que explica la falta de mano de obra, pero su aplicación "acentúa fuertemente" ese fenómeno, según explicó ayer el vicepresidente de dicha organización, Denis Kessler. Toda Francia sufre actualmente el problema, aunque las zonas más afectadas son Alsacia y Grenoble.
Creación de empleo
Para la patronal francesa, la falta de trabajadores suficientes no se da sólo en los sectores profesionales donde tradicionalmente se registran dificultades de reclutamiento, como la metalurgia o la hostelería, sino que se extiende al sector agroalimentario, la informática, el sector textil, el inmobiliario o la hospitalización privada.
Faltan igualmente desde secretarias hasta agentes comerciales. Todas las baterías de la patronal se dirigen contra la ley de las 35 horas aprobada por el Gobierno de Linonel Jospin. Desde la patronal no se reclaman otro tipo de medidas, como podría ser la apertura de Francia a cuotas mayores de trabajadores extranjeros, pese a que la población extranjera se ha estabilizado en este país, según ha puesto de relieve el último censo de población realizado en el país.
La ley sobre la reducción del tiempo de trabajo es uno de los puntos fuertes en la gestión desarrollada por el Gobierno socialista francés desde su llegada al poder, en 1997. También fue el asunto más importante de los que llevó la anterior ministra de Empleo y Solidaridad, Martine Aubry.
Su sucesora en esa cartera, Elisabeth Guigou, recibió el lunes la visita de una delegación de la patronal encabezada por su presidente, Ernest-Antoine Seillière, que le planteó suavizar la aplicación de la ley.
Para la patronal, la norma no debería afectar a las empresas de menos de 21 trabajadores. Según el plan de aplicación previsto por el Gobierno, el 1 de enero de 2002 tendrá que extenderse a esas pequeñas empresas la jornada de 35 horas.
Informaciones difundidas hace un mes por el Instituto francés de expertos contables muestran que el 90% de las empresas de menos de 21 empleados no ha hecho aún nada por evolucionar hacia la jornada reducida. Asimismo, la patronal ha convertido en "prioridad" el combate contra las horas extraordinarias a las que obliga la reducción de la jornada de trabajo legal.
Otra lectura distinta de estos datos es la del Fondo Monetario Internacional que, según un documento publicado ayer por el diario Financial Times, ha reconocido el gran trabajo que ha hecho Francia en el terreno de la creación de empleo, "un factor particularmente positivo en el actual ciclo de expansión". No obstante, el FMI también apunta la conveniencia de relajar la aplicación de la jornada laboral de 35 años, particularmente en las pequeñas empresas, para no constreñir la continuidad del crecimiento.
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