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En prisión la mujer que abandonó a su bebé en el Retiro al existir indicios de que nació vivo

La titular del Juzgado 39 de Madrid ha decretado el ingreso en prisión de Felicitas Melve C. C., de 24 años, la mujer ecuatoriana que dio a luz en el parque del Buen Retiro a mediodía del sábado, porque, según un primer informe del médico forense, hay "indicios superficiales" de que el bebé, una niña, naciese con vida. La mujer afirma, según su abogado, que se dirigía a una iglesia para dar a luz porque no quería hacerlo en un hospital, al carecer del permiso de residencia. "Le tiene miedo a la policía y a los médicos", afirma su abogado, José Antonio Antoral González.

¿Nació vivo o muerto?

Melve viajaba en metro hacia las 13.45 del sábado con un bebé de nueve meses en sus entrañas y mucho miedo en el cuerpo. Estaba de parto. Lo sabía y se dirigía a una iglesia próxima al parque del Buen Retiro para dar a luz. No quería hacerlo en un hospital porque carece del permiso de residencia y "tiene mucho miedo a la policía y a los médicos, por si la expulsan de España", afirmó el abogado.Las contracciones se hacían cada vez más fuertes y notó que no aguantaba más. Se metió en el parque del Buen Retiro, buscó unos matorrales bien escondidos y, agachada, tuvo a su pequeño -una niña- sin ningún tipo de ayuda médica. Se cortó el cordón umbilical y le hizo un nudo para evitar causarle daños al pequeño, siempre según su abogado. Con sus dedos, vació la boca y las fosas nasales del bebé de los restos de la placenta y le limpió la cabeza a lametones. "Al ver que la pequeña estaba muerta, la metió en una bolsa y la dejó escondida entre los arbustos", añadió el letrado de la defensa.

Melve C. C. se dirigió luego a la clínica quirúrgica de la calle de Montesa. "Se encontraba muy mal", según su abogado. Los médicos la atendieron tras un parto traumático, en el que sufrió un desgarro vaginal.

La clínica avisó a la policía y ordenó el traslado de la mujer al hospital Gregorio Marañón, donde quedó ingresada bajo custodia policial. Melve ofreció versiones contradictorias acerca de lo ocurrido en los primeros interrogatorios. No pudo negar que había dado a luz porque era algo evidente por las lesiones que sufrió, según los médicos.

Pero dio pistas falsas acerca del lugar donde abandonó al bebé. Primero dijo que lo había dejado en una cafetería del distrito de Salamanca. Luego declaró que lo había arrojado al interior de un contenedor de recogida de vidrio de ese mismo distrito. La policía inició una búsqueda intensiva por la zona, pero no halló nada.

Al día siguiente, hacia las siete de la tarde, fue trasladada a la comisaría del distrito de Salamanca, donde, en presencia de su abogado, confesó que había dejado al bebé dentro de una bolsa de plástico en la zona de la montaña artificial del Retiro. Los agentes acudieron al lugar y hallaron el cadáver del bebé tal y como lo había dejado la mujer. Melve pasó ayer a disposición judicial.

La titular del Juzgado 39 de Madrid la interrogó en la mañana de ayer y, a primera hora de la tarde, ordenó su ingreso en prisión preventiva a expensas de que se determine si el bebé nació vivo o muerto.

La mujer mantiene que su pequeña nació ya sin vida, según su abogado. Pero un primer informe del Instituto Anatómico Forense determina lo contrario. Existen "indicios superficiales" que apuntan a que la pequeña nació con vida, según admite el abogado defensor. Aun así, el dictamen del forense no es definitivo, ya que falta un segundo informe en el que se confirmen o desmientan esos indicios.

La juez que lleva el caso aún no le ha imputado delito alguno a Melve precisamente porque aún no se ha determinado si el bebé nació con vida. De ser así, a Melve se le imputaría un delito de omisión del deber de auxilio. Melve está traumatizada por lo ocurrido, según su abogado. "No para de llorar y tiene el ánimo destrozado. Ella quería a toda costa que su hija viviera", afirmó ayer el letrado. "Ella mantiene que su bebé nació muerto y que actuó así porque se asustó mucho. Tenía miedo a la policía y a los médicos porque pensaba que la iban a devolver a su país", añadió el defensor.

Melve llegó a Madrid, procedente de Ecuador, hace seis meses ya embarazada. Entró con pasaporte ecuatoriano, en calidad de turista. Es la menor de siete hermanos y vive en la calle de Don Ramón de la Cruz, en una casa de alquiler, con una prima suya. Es la única familia que tiene en Madrid. Trabaja en el servicio doméstico de una vivienda de la calle de la Condesa de Venadito (Ciudad Lineal). Ahorra dinero y lo envía a su familia en Ecuador.

Melve no quería tener a su pequeño por su precaria situación económica, según el abogado. "Pero en ningún momento tenía intención de matarle, sino que quería dar a luz en una iglesia para que la iglesia se hiciera cargo del bebé y lo diera en adopción a una pareja que lo pudiera criar bien", concluye el letrado.

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