Los daños del incendio del almacén de Fagor pueden superar los 10.000 millones

Los daños provocados por el incendio desatado la noche del miércoles en almacén central de la empresa Fagor, completamente arrasado por el fuego, pueden superar los 10.000 millones de pesetas. Un total de 210.000 electródomésticos quedaron destruidos por las llamas. Éstas se propagaron con gran rapidez debido a los materiales altamente inflamables empleados en los embalajes y en el aislamiento térmico de la cubierta del pabellón de 50.000 metros cuadrados, informó el jefe de bomberos de Vitoria, Pedro Anitua.

El responsable del servicio contra incendios, cuya rápida intervención nada pudo hacer ante la voracidad del fuego, descartó cualquier intencionalidad en el siniestro, que se inició en la zona central del vasto pabellón, ubicado en el polígono industrial de Júndiz, entre la fábrica Mercedes Benz y el híper de Eroski. La instalación siniestrada constituye el almacén central de distribución de los productos de Fagor para toda España. Por él pasan al año unos dos millones de unidades de todo tipo de electrodomésticos. Pese a la destrucción total del pabellón y de los 210.000 aparatos que estaban almacenados, la empresa cooperativa del Grupo Mondragon aseguró ayer estar en condiciones de garantizar a distribuidores y clientes una regularidad absoluta en el suministro, gracias al funcionamiento a pleno rendimiento de sus plantas de fabricación y de los almacenes periféricos de que dispone en toda España.

Fuentes de Fagor señalaron que el siniestro no tendrá repercusiones sobre los 180 trabajadores del almacén, en su mayor parte socios de la cooperativa, que serán reubicados en los próximos días. El Departamento de Industria del Gobierno ofreció su colaboración a la empresa.

Un problema eléctrico

La causa del incendio y el lugar concreto de la nave donde se originó aún están por determinar, y Pedro Anitua señaló a este periódico que puede tardarse varios días en precisarlo. El responsable de los bomberos apuntó a un posible problema eléctrico, que pudo deberse lo mismo a un motor de alguna máquina, como a una deficiencia en la instalación, sin descartar la posibilidad de que el fuego se originara en algún camión, ya que las operaciones de carga se realizaban dentro del pabellón. Fagor no precisó el alcance económico de las pérdidas materiales, sobre las que sólo apuntó en una nota que son "cuantiosas" y que su cuantificación requerirá varios días de "análisis pormenorizado". Las primeras estimaciones apuntan que los daños pueden superar los 10.000 millones de pesetas, de los que unos 8.000 corresponderían a los electrodomésticos almacenados. Al parecer, tanto el edificio como su contenido están cubiertos con seguros.

El fuego prendió en cuestión de minutos la totalidad de la instalación y su contenido, favorecido, según señaló Anitua, por el material (poliespán) altamente inflamable con el que se fabrican los embalajes de los electrodomésticos. Lo mismo ocurrió con los componentes del aislamiento térmico de la cubierta del enorme pabellón.

Pese a la rapidez con que se extendió el incendio, todos los trabajadores del turno de noche (35), que acababan de incorporarse a sus puestos cuando se inició el fuego, a las 22.20 pudieron poderse a salvo por sus propios medios, tras activarse el sistema de detección de incendios y el plan de emergencia, según informó la empresa en una nota en la que alabó la serenidad con la que reaccionó el personal. Fagor emplea en este almacén a 180 trabajadores, repartidos en tres turnos, de los que el de noche es el menos numeroso (35).

A mediodía de ayer una dotación de bomberos continuaba arrojando agua sobre los escombros todavía humeantes de algunas partes del pabellón. Toda su superficie, equivalente a cinco campos de fútbol, quedó reducida a una masa de chatarra. Fagor afirmó en su nota que a pesar de lo aparatoso del incendio y la "lluvia de ceniza" que originó en los barrios de Vitoria más cercanos a la planta, no existió " riesgo de emisiones tóxicas de ningún tipo".