Nixon acusó a Kennedy de fraude

Al Gore, animado por sus familiares y el núcleo duro de sus asesores de campaña, podría dar el paso al que se negó Richard Nixon: judicializar la batalla por la Casa Blanca. En las presidenciales de 1960, las más disputadas hasta las del pasado martes, Nixon perdió frente a Kennedy en Illinois por 8.858 votos sobre un total de 4,8 millones en ese Estado. A Nixon, como escribió en sus memorias, no le cupo "la menor duda de que hubo flagrante fraude electoral". Sus sospechas recayeron en Richard Daley, alcalde demócrata de Chicago y padre del actual jefe de campaña de Gore. Nixon aceptó el resultado. Estimó que impugnar los resultados de Illinois cuestionaría la legitimidad de la elección de Kennedy. "El efecto, sería devastador para las relaciones internacionales de Estados Unidos".Para encontrar un caso en el que las dudas privadas sobre el ganador de unas presidenciales se transformaran en agria discusión pública hay que remontarse al siglo XIX. En 1876 el demócrata Samuel Tiden le ganó el voto popular al republicano Rutheford Hayes, pero éste se impuso en el Colegio Electoral. Tiden denunció las tácticas electorales fraudulentas de su rival, y con razón según los cronistas de la época y los historiadores actuales. La decisión final no la tomaron los tribunales, sino el Congreso de EE UU. El Legislativo creó una comisión especial de 15 miembros que votó siguiendo posiciones partidistas a favor de que Hayes fuera nombrado presidente. Tomó posesión el 5 de marzo de 1877, pero siempre arrastró el apodo de Rutherfraud.